¿Quién dijo que las despedidas tienen connotaciones negativas? El Iberostar Tenerife rompió con los tópicos tras vencer al Baxi Manresa en el último partido del año 2018. La de ayer es la octava victoria aurinegra en lo que va de temporada; el triunfo refuerza las intenciones de clasificarse para la Copa del Rey a falta de tres partidos para el cierre del cupo.

Los de Txus Vidorreta fueron capaces de ganarle la partida mental a un equipo con deficiencias en el apartado físico. Los de Bagés, debido a las numerosas bajas, llegaron sin timón en un partido en el que reinó el capitán; el canarista Nico Richotti.

El Iberostar Tenerife salió con sus habituales y "el de siempre". Richotti suplantaba los valores de Staiger. Vidorreta quería frescura y atrevimiento a la hora de dividir. Y, a la larga, lo logró en base a la sinergia entre el "5" y el Colton Iverson. Precisamente, en la pintura, estuvo la diferencia de un partido en el que el Manresa situó su "zona de confort" en las cortas desventajas -los locales estuvieron 38 minutos por delante-

Irracional parece que el mayor parcial del partido tuviera lugar dentro de los primeros minutos. El Iberostar logró un 7-0 para emprender la senda hacia la victoria. En los siguientes minutos, y hasta el final del primer cuarto, todo se equilibró y se fue a tanteador alto; ahí se encuentra cómodo el conjunto de Joan Peñarroya. Los de Bagés, pese a las bajas de Renfroe, Doellman -rescindieron contrato-, Sakho y Gintvainis -lesionados-, supieron aprovechar los huecos en la defensa del Iberostar y secar a Beirán -permaneció con dos puntos hasta la segunda parte- (23-21).

En el segundo cuarto, las cosas cambiaron y el Iberostar rentó su mayor ventaja (32-23). Sería anecdótico, ya que el Manresa dio muestras de ser un equipo compacto y al que hay que golpear muchas veces para ejecutarlo. Desde el triple se decidía un encuentro en el que los locales (46%) y los visitantes (54%) sacaban a relucir sus atributos hasta el 43-38.

Tras el receso, Peñarroya probó con una defensa en zona (3-2) para racionar esfuerzos en un quinteto muy castigado y, de paso, obligar al Iberostar a circular el balón; cosa que no había puesto en escena. La escasez de situaciones de "pick and roll" y "extra pass" cortaron la anotación de los locales. Faltaban ideas y acierto desde el triple -pasó de un 6/13 en la primera parte a un 3/19 en la segunda- (60-55).

En los últimos diez minutos, los catalanes lograron ponerse a dos (62-60 y 71-69) con un Toolson estelar. Poco después, Richotti se dotó de la confianza suficiente como para acabar eliminando a Lundberg, anotar y asistir a Colton Iverson para romper el iguales a 75. Aún con todo la tuvo el Manresa en manos de un Pere Tomás que erró desde el 4,60. El Santiago Martín estalló de júbilo con su equipo, que ya otea la clasificación copera (77-75).