El Tenerife es otra cosa en casa. Desde la llegada de José Luis Oltra al banquillo no conoce la derrota. En sus ocho encuentros como local ha sumado hasta 16 puntos de 24 posibles, dejándose ocho por el camino en los cuatro empates ante Lugo, Albacete, Extremadura y Granada. El dato positivo pasa por las victorias, puesto que las cuatro con las que cuenta en su casillero han llegado en este tramo contra Cádiz, Alcorcón, Rayo Majadahonda y Elche. Además, ha dejado la portería a cero en la mitad de sus comparecencias en el feudo de la avenida San Sebastián.

El nivel de competitividad mostrado como local queda también demostrado al conseguir que teóricos candidatos al ascenso (en función de la clasificación) no ganaran en el Heliodoro. Los dos primeros, al menos hasta hoy, solo lograron llevarse un punto (Granada y Albacete).

El equipo blanquiazul ha demostrado sentirse más cómodo en la Isla, una cuestión ya reiterativa en las últimas temporadas. Pero en esta ocasión ha sido su bote salvavidas después de un inicio deficiente y de la proximidad de los puestos bajos de la clasificación en Segunda. Sus números a domicilio (3 puntos sobre 21 posibles con Oltra) tienen mucho que ver.

Pero a diferencia de las visitas, el Tenerife ha mostrado un nivel de juego alto. Sobre todo en las segundas partes, en las que ha logrado añadir hasta seis puntos con respecto a los que tenía conquistados al descanso de los encuentros. Así, convirtió la derrota ante el Alcorcón en victoria, sumó dos puntos pasando del empate al triunfo ante el Elche y añadió uno al evitar la derrota contra el Granada. Los últimos minutos tuvieron protagonismo en casi todos ellos, quedando plasmado el empuje del Heliodoro en cada uno de estos encuentros de los blanquiazules.