Luis Milla sintió molestias en la rodilla operada, la derecha, en el transcurso de la primera parte del partido que el pasado 7 de diciembre disputó el Tenerife contra el Extremadura. Aquel día supo que algo iba mal, pero completó los noventa minutos. Forzó para llegar al clásico canario del domingo siguiente, aunque estuvo entre algodones durante la semana. En Las Palmas fue sustituido a los 68 minutos y no jugó cinco días más tarde contra el Granada "por precaución". Fue entonces cuando se ha encontrado con una desagradable sorpresa que José Luis Oltra desveló ayer: "Es una rodilla operada que tiene un desgaste. Tiene una lesión que ya se vio en la operación, pero mientras pueda competir, y más al nivel que lo está haciendo, hay que alargar el pasar por quirófano otra vez".

Quizás dándose cuenta de que había hecho saltar las alarmas, el técnico blanquiazul quiso minimizar su preocupación. "Claro, como todo, pero me preocupa salir a la calle y tener un percance. No puedo estar viviendo en lo negativo. Está claro que él tiene más riesgos que otros, pero es un chico fuerte y, además, está bien y quiere participar. Aprovechando que esta semana no juega, le hemos dado más descanso", explicó.

La sanción por acumulación de amonestaciones hará que Milla se pierda su segundo partido de la temporada. Oltra no descartó una nueva intervención quirúrgica para el medio blanquiazul, algo que "dependerá de la evolución" porque padece "una lesión y podría volver a pasar por el quirófano, pero no por un cruzado como la otra vez". El caso que Milla tiene "una lesión que ya le detectaron en la otra operación (en 2015 con Pedro Guillén) y que a veces le da molestias". Por eso, "en alguna que otra semana" se ha ausentado de alguna sesión porque "a veces tiene líquido y molestias que le impiden trabajar con normalidad".