El Iberostar Tenerife apura la puesta a punto para su participación, por sexta vez, en la Copa del Rey. El equipo canarista abrirá el torneo enfrentándose a uno de los tradicionales de la competición, el Unicaja, al que ya ganó hace unas fechas en su pabellón Martín Carpena.

Los aurinegros acceden sin complejos a la cita, a pesar de presentar el balance más pobre de los ocho participantes. De hecho, de los clasificados, el Iberostar es el único que nunca ganó el torneo y solo ha sido capaz de superar una de sus cinco rondas de cuartos de final, la última, ante el Valencia Basket en la Copa disputada en Gran Canaria. Pero esos datos, que no cambian la percepción de que la entidad lagunera mantiene una línea de crecimiento continuo, no será óbice para que una amplia representación de su fiel hinchada esté en las gradas del WiZink Center el jueves a las 18:00. El club maneja datos que cifran entre 550 y 600 los aficionados que acompañarán al Iberostar en Madrid. Atendiendo a las limitaciones que establece la insularidad, se trata de una movilización muy importante.

En el plano deportivo, con la incorporación de Nicolás Richotti, que ya estaba recuperado el pasado sábado, Txus Vidorreta puede contar con todos sus efectivos para hacer frente a un rival que llega a esta cita en un óptimo estado de forma y con mucha confianza después de lograr varias victorias consecutivas, una de ellas, ante el Real Madrid. Pero la historia registra la poca fiabilidad del Unicaja en la ronda de cuartos, donde ha perdido 12 de sus 18 intentos.