Hoy llega el Mallorca al Heliodoro, equipo que enterró a Héctor Hernández y ante el que será titular una vuelta después con la condición, al menos momentáneamente, de indiscutible en las alineaciones de José Luis Oltra. La visita a Son Moix señaló al lateral izquierdo como un mal fichaje y un futbolista incapaz de competir con Camille por el puesto. "Ese partido queda lejano. El resultado te hace pensar que puede ser el peor, pero hemos tenido otros en los que no hemos competido, sobre todo fuera de casa, que es nuestro déficit", decía huyendo de la parcela individual.

Para el vallisoletano fueron meses complicados. El nuevo director deportivo, Víctor Moreno, le invitó incluso a abandonar la entidad en enero y el entrenador le hizo ver que jugaría poco si se quedaba en la Isla. "Hace dos meses todos los comentarios eran negativos, y ni antes era tan malo ni ahora tan bueno. Por eso no hago caso. Me dedico a hacer lo mío, a entrenar día a día como si no hubiera un mañana y aprovechar cada oportunidad", comenta el profesional blanquiazul sobre su nueva situación.

La lesión de su compañero de demarcación le dio una oportunidad que no ha desaprovechado, pero no olvida los días difíciles y, por eso, habla con cierto resquemor. "Hace dos meses estaba la puerta abierta para salir, y ahora me preguntáis por mi futuro. No sé nada ni quiero saberlo. Estoy centrado en cada partido y en el día a día, ese es mi futuro", manifestó al ser cuestionado por una posible renovación.

Héctor está contento por su rendimiento, pero "triste porque los resultados no están acompañando". De ahí que ganar al Mallorca sea fundamental. "Es verdad que tenemos especiales ganas por cómo fue el partido de la primera vuelta, en el que nos metieron cuatro. Pero lo necesitamos más por nuestra dinámica", aclaró. Es otro Héctor Hernández. Más seguro, pero sin confianzas.

Salva Ruiz tiene 23 años y una larga historia detrás. El lateral del Mallorca, indiscutible para Vicente Moreno hasta su lesión, militó en el CD Tenerife durante seis meses. Fue en la temporada 13/14 y, como en el caso de Héctor Hernández, fue invitado a salir en el mercado de invierno. Él sí se marchó porque el Valencia, propietario de su pase, no podía permitir que una promesa de apenas 18 años se quedara en blanco hasta junio. El conjunto insular había fichado a Ayoze Díaz y corría ese riesgo.

En el filial valencianista completó otro año y medio antes de marcharse nuevamente a préstamo. En el Granada apenas jugó y de nuevo retornó a casa, donde pasó sus peores momentos al sufrir una aplasia medular, una enfermedad grave, de la que regresó en noviembre de 2017 tras estar dos años sin jugar.

En Mallorca se ha reencontrado como futbolista. Solo la lesión en los isquios de la que ya está recuperado le ha hecho parar, pero el Valencia ya piensa en activar la opción de recompra y llevarlo de vuelta a Mestalla por tercera vez a la conclusión del presente Campeonato. Hoy visitará uno de esos campos en los que no llegó a triunfar.