A la espera de que no se crucen sus caminos en la Liga de Campeones, la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey depara el clásico de mayor trascendencia para un Real Madrid que se juega ante su eterno rival dos competiciones en cuatro días, y un Barcelona que quiere extender su dominio en la Copa.

Dejará huella el clásico para Real Madrid y Barcelona. Los de Santiago Solari en una Copa del Rey a la que esta campaña sí se le concedió importancia, como el camino más corto a un título en un curso repleto de irregularidad. Dos duelos ante el eterno rival que marcarán el camino con la opción de quedar sin opciones en dos competiciones y tener que jugarse el todo o nada, un año más, a su torneo predilecto, la ''Champions''.

Para los de Valverde, un torneo que ha ido ganando importancia según se fueron superando barreras. Remontaron al Sevilla y ahora quieren extender su dominio, con LaLiga casi en el bolsillo.

Tras el 1-1 en la ida, Solari debe tomar decisiones que marcarán su personalidad como técnico. La indisciplina en público de Gareth Bale, que se negó a seguir calentando en el Ciudad de Valencia y a celebrar su gol con compañeros, deja al técnico en una encrucijada. Con Isco no le tembló el pulso, pero ahora necesita al galés, al que medita incluir en el equipo titular. Sería en detrimento de Lucas, ya que Vinicius se ha convertido en pieza intocable.

La portería la ocupará Keylor Navas, quién sabe si en su último partido del curso, y el capitán Sergio Ramos regresa a la zaga cumplida su sanción. Son los dos cambios fijos que se esperan en un equipo que puede retocar su ataque y con una duda por despejar en el lateral izquierdo. Marcelo tendrá la oportunidad en un clásico.

Para que el Barcelona se sienta dominador, necesita tener personalidad en la medular, algo que sin Arthur Melo (de baja por lesión hasta ayer), Valverde había conseguido con Sergi Roberto. Sin él en el lateral, la velocidad de Semedo le ha ido muy bien cuando se ha tenido que medir a Vinicius. Todo apunta a que será Lenglet, y no Umtiti, quien juegue como acompañante de Piqué; y Alba es inamovible por la banda.

Valverde ofreció ayer una convocatoria en la que figuran el centrocampista Arthur Melo y el portero Jasper Cillessen, que recibieron a tiempo el alta médica. En la lista hay diecinueve futbolistas, uno más de los habituales. Entre ellos está el meta del filial Iñaki Peña en previsión de un problema físico de última hora del meta holandés, habitualmente suplente de Ter Stegen, pero titular en la Copa.