Gran partido anoche del Iberostar Tenerife frente al Hapoel Jerusalem que lo lleva directo a la Final Four de la Basketball Champions League. Tres años en esta competición y dos presencias de los tinerfeños en ella. El ganarla supondría ya un hito histórico.

Ganar como se logró ayer y ante un rival de ese potencial supone soñar con algo más grande, ya no solo en esta competición sino en la Liga ACB. "Nos van los grandes partidos". Así decía Txus Vidorreta al término del choque y es cierto porque ya se ha demostrado en la ACB.

Pero el de ayer era el clásico partido en el que no podías fallar porque si lo hacías te quedabas fuera y el conjunto insular salió muy concentrado y con las ideas muy claras a lo largo de todo el choque.

Inicialmente el guion estaba claro y era intentar cerrar a la defensa visitante. Para ello se buscó mucho a Iverson quien se dejó ver y anotó en las primeras acciones. El Hapoel respondía y a los cuatro minutos se ponía por delante por primera y única vez en el partido (9-10).

Parece que ese marcador tocó en lo más hondo al Iberostar Tenerife que dio una marcha más a su juego. Mantuvo su concentración defensiva, pero en ataque cambió el guion. Parciales de 15-0 y 24-10 para el Iberostar Tenerife. Destacar la buena dirección de Ferrán Bassas, pero sobre todo el acierto exterior de Nico Brussino, artífice, con tres triples seguidos, de este parcial escandaloso.

El Hapoel Jerusalem se desconectó del partido en esa fase del choque, lo mismo que le ocurrió en el tercer cuarto del partido de ida disputado en Jerusalén

Intentó volver al partido en el inicio del segundo cuarto, pero el conjunto de Vidorreta iba a gestionar mejor esa diferencia que no era decisiva, pero si le permitía que el rival tuviera que arriesgar más en su juego. Pese a ello, la calidad del equipo israelí hizo que el marcador se volviera a igualar (30-24, hasta que volvió a aparecer Brussino que desatascó el ataque de su equipo anotando canastas importantes.

Con 40-26 se llegó al descanso en un partido vibrante, muy trabajado por el bando local, pero siempre con la duda de que el rival podría aparecer en cualquier momento.

Por lo pronto en el inicio del tercer cuarto no lo hizo y sí un Iberostar Tenerife que alcanzó una diferencia de 19 puntos, un 47-28 que fue la máxima ventaja hasta el momento.

En el último cuarto se llegó a los 21 (64-43) y sin que el rival apareciera. Brown lo intentaba, lo mismo que Thomas y Owens, pero ni Feldeine ni Stoudimire, las dos grandes estrellas del equipo israelí, estaban acertados.

En este último cuarto el Hapoel lo intentó de nuevo. Buscó, a base de tiempos muertos y cambios darán giro al choque, pero se encontró con un rival muy bien puesto en la cancha.

El Hapoel se agarró a su última oportunidad y cuando Feldeine encontró canasta empezó a poner problemas a la defensa canarista. A ello hay que unirle la pequeña ayuda de los interiores israelies (72-63), pero las faltas personales les limitó su juego. Tim Abromaitis, con un triple primero y San Miguel y Bassas después, terminaron por sentenciar el encuentro y dar una nueva alegría a la afición canarista que llenó el recinto lagunero.