El Tenerife se reencuentra con el triunfo fuera en el momento oportuno

El Tenerife volvió a ganar fuera de casa más de un año después tras imponerse este sábado por 1-3 al Rayo Majadahonda en un enfrentamiento en el que demostró solidez y confianza una vez se puso por delante.

Afrontaban unos y otros un duelo de vital importancia pero en mejor inercia el anfitrión, que había asaltado Riazor días antes imponiéndose al Deportivo de La Coruña por 0-2. Esa euforia se trasladó al arranque del choque y en poco más de un minuto los majariegos ya estaban por delante.

Una buena pared entre Aitor Ruibal y Héctor Hernández permitió al segundo adentrarse en el área y disparar al palo tras romper al defensa. Atento al rechace, casi sobre la línea de gol y en posible fuera de juego, Carcelén culminó a placer.

Esa diana podía haber resquebrajado al contrario pero este fue capaz de limpiar la mente y hacerse con el dominio. Avisó primero Milla con un golpeo que se marchó alto y poco después empató Nano Mesa desviando en posición dudosa un remate de Malbasic, quien había recibido solo tras una buena acción de estrategia.

Pudieron ampliar la ventaja los canarios en un cabezazo de Milla que impactó en el palo y en el posterior rechace, que le sacó bien Basilio a Nano Mesa. También se acercaron antes del descanso los locales.

Aitor Ruibal, que encadenaba dos dobletes, probó suerte con un par de disparos cruzados. El primero obligó a una buena intervención de Dani Hernández y el segundo pasó cerca del palo. Además Fede Varela encontró portería después de una excelente acción individual pero detuvo el portero.

De vuelta al verde tras el intermedio llegó el segundo tinerfeño obra de Jorge Sáenz, quien cazó un balón muerto en la frontal y le pegó con fe encontrando premio. Fue el preludio a unos minutos de sosiego, rotos cuando el Rayo se decidió a dar un paso adelante.

No acompañó sin embargo a la voluntad el acierto aún teniendo oportunidades, especialmente clara una que Héctor Hernández mandó al lateral de la red mientras Aitor Ruibal se desgañitaba pidiendo un pase de la muerte que nunca recibió. El tercer tanto, obra de Malbasic al aprovechar un mal pase del portero Basilio, sepultó finalmente las esperanzas de remontada aunque Dani Romera se encontró con la madera antes de la conclusión.