CD Tenerife

Si Luismi brilla, el Tenerife gana

El primer gran bajón del representativo coincidió con su lesión muscular

El gaditano aprovechó su vuelta a la titularidad para volver a lucir su talento

Luismi Cruz, felicitado por sus compañeros.

Luismi Cruz, felicitado por sus compañeros.

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Luis Miguel Cruz Hernández (Puerto de Santa María, Cádiz, 2001) salió a hombros el domingo del Heliodoro Rodríguez López. Su versión deslumbrante del primer tiempo –forzó un penalti y anotó un golazo– recordó al jugador desequilibrante, con desparpajo y sin complejos que ya encandiló en las jornadas iniciales del campeonato de liga. Justamente coincidió el primer gran bajón del Tenerife con la ausencia del gaditano, que tuvo que ausentarse de varios partidos seguidos por una lesión muscular. Una vez recuperado, no había encontrado continuidad en los esquemas de Garitano hasta el pasado domingo, cuando el entrenador le dio carrete y el 27 respondió. Fue el suyo un recital.

Cruz ya había dado visos ante el Andorra de estar próximo a su mejor nivel. Frente al cuadro del Principado fue la solución ofensiva más potable del Tenerife, pero tras aquel empate el andaluz no tuvo oportunidad de demostrar ni exhibir su talento en citas posteriores. Después de sumar 90 minutos aquel día en el Heliodoro, tuvo solo diez testimoniales contra el Villarreal B y 24 frente al Alcorcón en Santo Domingo. Su presencia en la cancha se hizo notar en el duelo contra los alfareros, como así hizo constar Garitano en sus declaraciones públicas; y Luismi se ganó un sitio en la apuesta inicial para el domingo. Desde el inicio, fue un ciclón. Sus chispazos de calidad permitieron al representativo despegarse en el marcador y abrochar los puntos desde el primer tiempo.

«Estoy muy contento», precisó este lunes el ex del Sevilla, que ya ha dado su visto bueno para que el Tenerife proceda a su compra por 1,2 millones de euros. Aunque prefiere pasar de puntillas por este asunto, sí admite que le gustaría quedarse en la Isla por más tiempo. En todo caso, opta por centrarse exclusivamente «en lo que viene, empezando por el partido del domingo en Santander».

Su exhibición de talento y su derroche de ingenio en la primera mitad del domingo puede significar un punto de inflexión en un 2024 que le estaba resultando esquivo. Cierto es que vio portería en la inolvidable hazaña copera frente a LasPalmas, pero no había tenido la continuidad deseada y la llegada de los nuevos refuerzos (Álvaro Jiménez y Yanis Rahmani) había bloqueado su acceso al once. Es más, ante el Alcorcón prefirió Asier la alineación de uno de los nuevos aunque no estuviese al 100%, como así confesó en rueda de prensa.

La situación de Cruz puede haber variado a partir de su gran partido del domingo. Tras sumar apenas 34 minutos de juego en las últimas tres jornadas, su cuota de protagonismo debe ir al alza y situarse en parámetros semejantes al del primer tercio de la competición. El mejor momento del Tenerife coincidió con sus primeros goles en la categoría, su atrevimiento para ofrecerse y su participación –muchas veces seguidas– en el once inicial de los blanquiazules. La inoportuna lesión le sacó de los esquemas de Asier y privó al representativo de su hombre más desequilibrante. Ahora, se ve que vuelve a disfrutar.

«Los últimos siete puntos de nueve nos van a dar un aire importante y la confianza necesaria para afrontar el futuro. Creo que estamos en la línea a seguir. Ahora que hemos cogido esta dinámica positiva, el objetivo es alargarla lo máximo posible», expuso el gaditano, quien puso el acento en la importancia de sacar adelante el encuentro contra el Mirandés. «Los rivales también juegan y no es fácil ganar con claridad a nadie. Tampoco lo será en Santander, pero vamos preparados y con mentalidad ganadora», apuntó. Su ambición está de vuelta.