Ayoze Pérez, el orgullo de María Jiménez

Familia, amigos y compañeros de Ayoze viven «una mañana de mucha emoción»

Ayoze, junto a su hermano Samuel en sus inicios como futbolistas. | | E.D.

Ayoze, junto a su hermano Samuel en sus inicios como futbolistas. | | E.D.

Manoj Daswani

Compañeros, amigos, entrenadores y por supuesto la familia de Ayoze Pérez Gutiérrez disfrutó de un día muy especial. En el mismo momento que Luis de la Fuente enunció su nombre, al móvil del jugador del Real Betis llegaron infinidad de mensajes de felicitación, llamadas pendientes de respuesta y un sinfín de señales de alegría compartida. El orgullo era aún mayor en el barrio pesquero de San Andrés, ahí donde el isleño de María Jiménez debutó con la elástica del equipo aun siendo juvenil de segundo año. Le dio galones Francis Díaz, quien subraya que fue «un orgullo» haberlo visto crecer.

«Desde que lo vi entrenar por primera vez sabía que llegaría al fútbol profesional», describe el icodense Guti. Ambos fueron compañeros en el juvenil del CD Tenerife y luego en el filial. Ambos anotaron en un partido en Valdebebas que aún recuerdan. De Ayoze ya se hablaban maravillas. Aquellas huellas de fútbol y talento fueron inmediatamente anteriores a su estreno a escala profesional, de la mano de Cervera.

Un gol en Ponferrada giró el rumbo de los acontecimientos para el equipo blanquiazul, entonces abocado a la depresion; y le llevó a pelear por los puestos de ascenso. Aquella misma temporada, el Newcastle United llamó a las puertas de su agente, Olaf Bonales, que recabó también el interés real de otros grandes del fútbol europeo. Oporto, Roma... Pero Pérez tenía el anhelo de jugar en la Premier, donde pasó casi una década dejando su impronta primero en St. James Park y a renglón seguido en el feudo del Leicester. Pisó los más grandes estadios que había imaginado en sus sueños de fútbol y que había visto solo en la tele, ahí cuando aún visualizaba un futuro en La Roja junto a hermano Samuel, ayer emocionado con la feliz convocatoria.

«Ha habido por mi parte emoción y también alguna lágrima de felicidad», reconocía aún impactado por la potencia de la noticia. Relata Samuel que hay «mucho trabajo» detrás de esta llamada del seleccionador. «No pude dejar de saltar de alegría y abrazar a quien tenía alrededor. Todo el mundo me decía que confiase, y por supuesto no he hecho planes para el verano», bromeó el hermano mayor del delantero del Real Betis. «Se lo merece, ahora, a por un nuevo reto», sugirió en voz alta.

Para Samuel, ahora entrenador en la cantera del CD Leganés, su hermano ha sabido encontrar «el sitio que mejor se adapta a su fútbol» en un contexto como el del conjunto verdiblanco, donde su estilo asociativo y ofensivo favorece las condiciones de un Ayoze «en plenitud de condiciones» ahora que ha rebasado la treintena. Su familia hará «lo posible y lo imposible» por estar en Badajoz, en el Nuevo Vivero, escenario donde puede imprimir su primera internacionalidad con la absoluta. Sería el colofón a un proceso donde Inglaterra tuvo un papel crucial. «Allí fui madurando y creciendo temporada a temporada. Cuando estás a estos niveles no te queda otra que mejorar, que trabajar cada vez más para progresar y seguir. En el aspecto táctico, en el físico… y sobre todo en la faceta mental. Es algo en lo que yo tal vez flaqueaba y la experiencia fuera de casa me hizo mejor jugador». Tanto como para triunfar en la élite. Tanto como para brillar de rojo.