Las empresas isleñas cuya actividad se fundamenta en el transporte de mercancías entre las islas adquieren una importancia fundamental, por no decir vital, para el desarrollo de la sociedad canaria. Tal es así que del flujo que se desprende de ellas depende la vida comercial no tanto de las islas capitalinas como de las consideradas menores.

Desde la Federación de Transportistas de Tenerife (Fetrante) ya en otras ocasiones se han elevado a diversas instituciones sus demandas por la mejora del sector, como un "mayor control sobre la competencia desleal".

El incremento de servicios de transporte ilegal sigue siendo una de las mayores preocupaciones de los asociados de Fetrante. Los representantes de la patronal del transporte de carreteras en Tenerife han señalado en numerosas ocasiones que "este tipo de transporte ilegal se hace normalmente en horario nocturno y superando el peso permitido". Entre sus denuncias figura la de la presencia de transportistas que realizan servicios sin "estar dados de alta en la Seguridad Social y en muchos casos sin disponer del carné adecuado para llevar la carga".

El vicepresidente de la Federación de Transportistas de Tenerife (Fetrante), Juan Garaboto, muestra el malestar existente entre los asociados por la diferencias en las condiciones de trabajo que observan respecto a los transportistas de las islas menores. "Para ellos el coste es menor que para nosotros. Aquí, nosotros tenemos que adelantar el pago del flete. En las islas menores los transportistas están subvencionados. Hicieron un convenio con las navieras y les sale más barato. Se da por supuesto que estamos subvencionados y no es así", afirma Garaboto.

Los camiones dedicados al transporte interinsular de mercancías están controlados desde los cabildos respectivos. De esta forma, el vicepresidente de Fetrante se queja del agravio comparativo existente entre Tenerife y las islas menores en cuanto a la gestión de una hipotética multa por el exceso de peso. "Los transportistas de Tenerife -señala Garaboto- tenemos que pagarla. Sin embargo, si se trata de un camión registrado en una isla menor con exceso de peso en la carga, las multas que les ponen las tramitan en el cabildo de la isla menor".

Picaresca

Garaboto asegura que, de alguna manera, "esas multas no les llegan nunca a ellos y a nosotros sí. Por esa razón a nosotros nos apetece hacer un transporte a una isla menor. Pedimos que la multa se pague en la isla en la que se cometió la infracción de tráfico".

Los camiones grandes pueden llevar hasta 25 toneladas de carga útil, pero van, según detalla Garaboto, con una carga de hasta 30 o 40 toneladas. Con una sobrecarga de 15 ó 20 toneladas para rentabilizar al máximo el viaje.

El vicepresidente de Fetrante indica que en estos detalles se encuentra la picaresca de este sector. Además, subraya los descuentos que obtienen en las islas menores por el seguro del rodaje. "Por el mero hecho de estar asegurado en una isla menor pagas el 50% del seguro. ¿Cómo puedes competir? No se puede", remarca Garaboto.

"A eso le sumas -prosigue- que pueden llevar más peso, porque saben que no pagan la denuncia. Todo ese cúmulo de circunstancias hace que nosotros no podamos competir con ellos. Hay una discriminación total. Nosotros también viajamos a las islas menores, pero pagando a precio de oro. Sabiendo que los beneficios son muy pequeños".

Todo esto se presta a la picaresca. "Yo conozco muchas empresas que están dadas de alta en islas menores, y sus camiones no pisan esas islas. Están trabajando continuamente aquí porque todo les sale más barato. Existe una laguna ahí que no han controlado los políticos", dice Garaboto.

Convenios

La directora general de Transportes del Gobierno canario, Rosa Dávila, explica que lo que realmente está subvencionado es la mercancía.

Respecto a los transportistas, Rosa Dávila señala que el Gobierno canario tiene firmado un convenio con los cabildos para financiar a los transportistas en todo lo que es la modernización del sector. "Hay que tener en cuenta -apunta Dávila- que se trata de un sector muy atomizado, donde existe una competencia muy fuerte y donde trabajan por debajo de coste. Al final, acaban perjudicándose ellos mismos y al propio sector".

Algunos empresarios del sector consultados señalan que nunca han recibido ayudas. Reconocen también que nunca han esperado nada y por lo tanto no las han buscado. "Nos dedicamos a lo nuestro y no estamos esperando que nadie nos venga a subvencionar nada", explica un responsable de una empresa con treinta años en el mercado e implantada en todas las islas menores.

Un directivo de otra firma con años de experiencia en el sector y con implantación en otras islas es de la misma opinión que el anterior y recalca el nivel de picaresca existente. "Hay mucha competencia y cada uno va tirando como puede". Explica que va desapareciendo el mercado que llegó a crear en Fuerteventura "por la caída del sector de la construcción, que repercute en el nuestro".