El año pasado se redujo en cerca de 50.000 el número de autorizaciones de trabajo y residencia por cuenta ajena, ya que en 2008 se cursaron 136.604 y en 2007, 178.340, informó ayer la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, durante la presentación de un informe que analiza la inmigración y el mercado laboral y que concluye que los ecuatorianos y los marroquíes, que en su mayoría trabajaban en la construcción, son los extranjeros más afectados por la crisis económica que vive España.

La contratación de extranjeros en origen ha descendido por la crisis económica, señaló Rumí, que agregó que "sólo se recurrirá a la contratación en origen cuando la demanda interna no pueda ser atendida", y que el Gobierno está "atento" y "no baja la guardia" ante el riesgo de que en este periodo de crisis puedan surgir actitudes racistas y xenófobas. El Gobierno tramitó en el primer trimestre de 2009 poco más de 6.900 contratos en origen para inmigrantes.

De los empleos que exigen baja cualificación, existe demanda de mano de obra de población inmigrante en sectores vinculados a la vigilancia, el almacenaje, la dependencia y los mayores, y el servicio doméstico, precisó Rumí. Pero sobre todo hay demandas para la recolocación de sectores más cualificados como electricidad, informática, servicios sanitarios y sectores emergentes, resaltó.

El informe destaca que en 2008 hubo un 38% menos de inmigrantes que el año anterior. "Todos los indicadores dicen que hay menos inmigración irregular y también legal", apuntó Rumí, lo que a su juicio pone de manifiesto que la principal causa de llegada de extranjeros es la incorporación en el mercado laboral. El estudio, editado por el Observatorio Permanente de la Inmigración, señala que la tasa de desempleo de los trabajadores inmigrados creció más que la de los nacionales, ya que al acabar 2008 el desempleo medio era del 13,9%, pero para los españoles se situaba en el 12,5% y para los extranjeros en el 21,3%. Estos últimos concentraron su pérdida de afiliación a la Seguridad Social el pasado año en la construcción (136.210) y la industria (19.392), aunque ganaron en hostelería y en empleo agrícola y doméstico. El estudio destaca que la movilidad laboral de los trabajadores inmigrados es el triple que la de los españoles.

En otro contexto, el director de Analistas Financieros Internacionales estimó ayer, en una comparecencia parlamentaria, que las personas que se jubilan hoy o quienes lo hagan en los próximo diez o quince años "no deberían tener nada que temer" con respecto a las consecuencias de una reforma en el sistema de pensiones. Aunque alertó sobre las consecuencias del envejecimiento de la población en el futuro de las pensiones.