La persistente crisis obliga a nuevos ajustes en las economías familiares. De esta revisión del gasto doméstico no escapa la alimentación, un terreno en el que los hogares de Canarias lideran los recortes en España. Lo atestiguan tanto los datos de la red de mercas (Mercasa) como del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según el último estudio de Mercasa, que utiliza información del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, los hogares isleños gastaron en alimentación y bebidas un 4,1% menos en 2010 que un año antes. El recorte deja el promedio autonómico en 1.362,8 euros por persona, el quinto más bajo del país, por detrás de los de Extremadura, Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha.

A nivel estatal, según Mercasa, se produjo un aumento del 2,9%, hasta los 1.460,4 euros de gasto medio. Solo cuatro comunidades acompañan a Canarias en la senda bajista: Castilla y León (-3,6%), Navarra (-1,6%), Asturias (-1,2%) y Aragón (-0,4%). El descenso registrado en el Archipiélago se suma al cosechado en 2009, cuando el gasto bajó más, un 6,2%.

También la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE refleja dos caídas anuales consecutivas en lo que desembolsan los canarios en alimentación y bebidas: del 7,2% en 2009 y del 8,5% en 2010, la mayor restricción a nivel estatal. En total, los hogares canarios gastaron durante el pasado año 3.961 euros de media.

Los supermercados e hipermercados de las Islas reconocen que el gasto en alimentación ha bajado, pero recalcan que en ello ha tenido mucho que ver el ajuste de precios de los distribuidores y la elección de productos más baratos por parte del consumidor.

El secretario general de la Asociación de Supermercados de Canarias (Asuican), Alonso Fernández, subraya, además, la diferencia entre gasto y consumo: "El cliente puede estar gastando menos que antes y comprar lo mismo o más".

"Hemos asistido -continuó, en declaraciones a este periódico- a un descenso importante en el precio de los alimentos y a una mayor elección por parte del consumidor. En este contexto, un recorte anual del 4% cuadra, pero hay que tener en cuenta que no significa que el consumidor esté adquiriendo menos productos. Lo que hace es llevarse de distinto tipo".

Admite, no obstante, que el hecho de que la tasa de desempleo roce el 30% en las Islas también pesa a la hora de consumir, aunque insiste en que, al menos en los supermercados, eso está traduciéndose solo en variaciones en las preferencias del cliente. "La gente ha pasado de comprar solomillo a llevar pollo y, después, a elegir el congelado. Sigue adquiriendo producto, pero varía el atributo de este y baja el precio", explica.

Dicho esto, las repercusiones de la relevancia que ha ganado el importe de los productos son evidentes. "El resultado es que hay, no cabe duda, una menor rentabilidad en la explotación del supermercado. Se está moviendo el mismo número de kilos, con lo cual se mantienen fijos esos costes, pero el valor del producto disminuye, lo cual tiene una incidencia importante para el supermercado", resume Fernández.

Su homólogo en la Asociación de Medianas y Grandes Empresas de Distribución de Canarias (Asodiscan), Álvaro Rojas, atribuye también el descenso del gasto en alimentación al mayor análisis que hace el consumidor de su compra y a la adaptación de los puntos de venta a ese cambio.

"Van unidas las dos cosas: los clientes -expuso- han protagonizado un trasvase a otro producto, de manera que, dada la situación actual, son menos fieles a sus marcas y optan, como factor principal, por el precio; y, al mismo tiempo, los distribuidores promocionan, cada vez más, su marca propia, que tiene un importe menor y que ha ido ganando cuota de mercado".

Mismo nivel de compras

Como el representante de Asuican, Rojas indicó que "en unidades no es que se esté vendiendo menos, pero se trata de artículos de precio inferior. Que la gente se apriete el cinturón no quiere decir que coma menos". Añade que ese trasvase en la cesta de la compra se da tanto en artículos frescos como envasados -donde hay más marca blanca o del distribuidor-: "Se acude a categorías diferentes dentro del segmento de carne, por ejemplo", señaló al respecto.

Por tipo de establecimiento, el secretario general de Asodiscan distingue entre la evolución que han experimentado los supermercados, que "mantienen" su nivel de facturación, frente a los distribuidores de mayor tamaño, "que tal vez estén sufriendo más la migración hacia producto más baratos".

Rojas no considera, dijo, que esa más favorable evolución en los supermercados obedezca a que en estos se compre más veces a lo largo del mes que en un hipermercado, cuya integración en el área metropolitana favorece, argumentó, la repetición del cliente.

BALANCE

Menos pescado, frutas y hortalizas

El cómputo de los kilos (o litros) de carne, pescado, aceite de oliva, hortalizas, frutas y vino consumidos por cada canario se situó en 2010 en 220,5, ligeramente por debajo de la cifra del año anterior (225), según el estudio de Mercasa. Solo sube el consumo de carne -aunque el Archipiélago mantiene, con 42 kilos anuales el volumen más bajo del país- y de vino, del que solo se compra más que en Extremadura (6,5 litros en las Islas, frente a 5,5).

Los 88 kilos de fruta fresca adquiridos por los canarios en 2010, 5,6 menos que en 2009, superan únicamente el balance de Murcia (78,6) en este segmento. Más estabilidad ha habido en el consumo de hortalizas, que ha pasado de 56,2 kilos a 55, por debajo de la media estatal (60,5). En pescado, las Islas siguen, con 18,8 kilos, a la cola del país.