El grupo de energía italiano Enel, que controla a la española Endesa, cerró el 2016 con un beneficio neto de 2.570 millones de euros, lo que supone un 17 % más que en el ejercicio anterior.

Según un comunicado de la eléctrica, tras aprobar sus resultados consolidados, el beneficio neto ordinario fue de 3.243 millones de euros, un 12,3 % más que en 2015.

El facturado fue de 70.592 millones de euros, un 6,7 % menos respecto a los 75.700 millones de 2015, debido a la reducción de los precios en los mercados maduros y la menor producción de energía, así como el efecto negativo del cambio, registrado particularmente en América Latina.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en los 15.276 millones de euros en 2016, con una pequeña variación del -0,1 % respecto al anterior ejercicio.

El beneficio neto de explotación (Ebit) fue de 8.921 millones de euros, lo que supone un 16,1 % más respecto a los 7.685 millones del año anterior.

El grupo comunicó su endeudamiento financiero neto a finales de 2016 que fue de 37.533 millones de euros, mientras que en diciembre de 2015 era de 37.545 millones.

Se aprobó presentar un dividendo de 0,18 euros por acción.

El consejero delegado de Enel, Francesco Starace, celebró en una nota "los excelentes resultados del grupo en la implementación de la estrategia y que ha permitido conseguir resultados superiores a los esperados en 2016 con un Ebitda en crecimiento por primera vez desde 2013".

Starace agregó que los resultados de 2016 "han permitido alcanzar un beneficio superior al 17 % respecto al año anterior y llevar el porcentaje de beneficios destinado a dividendos (pay-out) al 57 %".

También anunció que prevé un incremento del dividendo para 2017, hasta llegar a un mínimo del 0,21 % por acción.

Como ya se anunció durante la presentación del plan estratégico el pasado noviembre, el consejo de administración también propuso pedir a la asamblea de socios del 4 de mayo la autorización para la adquisición y posterior venta de acciones propias por un máximo de 500 millones de acciones ordinarias, que representan un 4,92 % del capital social.

Starace en una rueda de prensa telefónica explicó que en 2017 se prevén inversiones relativas a la digitalización y ver los primeros resultados derivados de la estrategia de atención al cliente a escala global y agregó que "la digitalización permitirá realizar progresos en el ámbito de la eficacia operativa".

"Continuaremos nuestro crecimiento industrial, centrado en las redes y las energías renovables, con un objetivo de incremento del EBITDA de 1.400 millones de euros durante el año", aseguró.

Adelantó que el objetivo de Enel es ser siempre más "lineal y más eficaz" y por tanto se continuará con una segunda fase de simplificación corporativa a nivel de cada país en América Latina y continuar con la gestión activa de su cartera de activos.

El consejero delegado agregó que ve posibilidades de inversión en la Unión Europea, pero sólo se estudiarán después de las elecciones en Alemania y Francia.

También opinó que la política energética del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no tendrá impactos a medio termino, es decir, en los próximos 2 o 3 años.