El Banco Santander ha elevado este año de nuevo un 5 % el dividendo por acción, hasta 0,22 euros, y su presidenta, Ana Botín, promete seguir apostando por España, un "mercado clave" en el que el grupo aún tiene un "gran potencial".

Sin embargo, pide acometer más "reformas ambiciosas" para que el país siga prosperando, al tiempo que reclama un mayor protagonismo internacional de España, que tiene la "oportunidad" de aumentar su relevancia institucional y su contribución a los grandes retos.

Pocos países cuentan con una posición similar en mercados "tan relevantes" como Europa y Latinomérica, ha ensalzado la banquera durante su intervención en la junta de accionistas celebrada en la capital cántabra.

Botín sostiene que la economía española debería poder crecer a tasas del 2,5 % anual, de este modo, ha vaticinado, se podrá seguir invirtiendo en educación y en el apoyo al empresario y a la creación de empleo, "para que todos los que quieran trabajar puedan hacerlo".

En cuanto al Banco Santander, se ha comprometido a invertir en tecnología 1.900 millones al año porque, ha reconocido, la entidad tiene por delante "un enorme desafío": la transformación digital que, en su opinión, no solo tiene que servir para hacer lo mismo de distinta forma, sino para hacer cosas que antes no concebían.

"También nosotros nos queremos convertir en un nuevo banco, capaz de prestar servicios que antes no imaginábamos", ha reivindicado.

Pero la mejor noticia para los accionistas, después del tajo que supuso al dividendo su llegada a la presidencia, ha sido la propuesta de elevar el pago con cargo a 2017 otro 5 %, hasta 0,22 euros, a repartir en cuatro pagos, tres en efectivo de seis céntimos y un cuarto con opción en acciones de cuatro céntimos.

La rentabilidad total a los accionistas es del 17 %, muy superior al 6 % del sector de bancos en Europa y la mejor entre los bancos comparables, como también lo es la eficiencia del grupo, con una ratio de costes a ingresos cercana al 48 %, ha ensalzado Botín.

"Esta buena evolución (de la acción) muestra la confianza de los inversores en nuestra estrategia y el equipo", ha considerado, poco antes de asegurar que, a pesar del entorno volátil, el grupo va "a mejor" y por eso mantiene sus objetivos para los próximos años.

Sin entrar a valorar el impacto que puede tener el "brexit" y la depreciación de la libra o el escaso dinamismo de Brasil, la máxima responsable del Santander ha subrayado que, si se cumplen las previsiones, 2017 va a ser el primer año desde 2010 en el que habrá crecimiento en los 10 mercados principales del banco.

En un repaso del pasado reciente, ha destacado que el Banco Santander ha aumentado en 19.500 millones el capital, 12.000 millones de manera orgánica y los 7.500 restantes en el mercado, además de que el pasado año obtuvo un beneficio de 6.204 millones, un 4 % más que en 2015.

Por su parte, el consejero delegado, José Antonio Álvarez, ha desvelado que en los primeros meses de 2017 el banco sigue aumentando sus clientes vinculados y digitales, los costes siguen la senda de la contención y la calidad crediticia sigue mejorando.

Para alcanzar los objetivos de este, el "número dos" del banco ha puesto el foco en acelerar el crecimiento de los ingresos, sobre todo en mercados emergentes, además de aumentar la cuota en los mercados maduros.

En la junta han intervenido casi una treintena de accionistas, que han expuesto casos concretos, incluso quejas por el cobro de comisiones, han reivindicado mejoras en las condiciones laborales o han elogiado la mejora de la acción y los resultados del banco.

En el encuentro se ha aprobado además de la reelección de la presidenta Botín, la del consejero delegado, José Antonio Álvarez; la del vicepresidente Rodrigo Echenique; y la de los consejeros Belén Romana, expresidenta de Sareb, y Esther Giménez-Salina.

También se ha ratificado el nombramiento de Homaira Akbari, experta en "big data", las cuentas de 2016 y la posibilidad de aumentar el capital de la entidad en 3.645 millones en un plazo de tres años.