El repunte de la construcción se confirma. Tras unos años de total paralización del sector debido al estallido de la crisis, la construcción, principal indicativo de la economía, mantiene el suave ritmo ascendente que se empezó vislumbrar ya en 2016.

Las cifras hablan por sí solas. En los tres primeros meses de año se han concedido en torno a 65.000 licencias de obra en España, cuando en el mismo periodo del 2016 la cifra rondaba las 50.000. De seguir así el ritmo de crecimiento, España podría finalizar el año 2017 con un aumento global de la actividad de un 3%.

Los estudios europeos corroboran estas cifras. A pesar de la situación de incertidumbre política que se vive en algunos países, la economía sigue dando signos de recuperación y se refleja en la construcción. Las previsiones son buenas y se espera que el crecimiento general en Europa se sitúe alrededor del 2,9 %. El año pasado, la actividad registró un aumento medio de un 2,5 %.

Aunque a priori este incremento de apenas cuatro décimas pueda resultar poco alentador, lo cierto es que es el reflejo de que algo se mueve, y de que se intuye un panorama esperanzador para la economía europea también el en el presente año.

El sector residencial a la cabeza

¿Y dónde se sustenta este aumento de la actividad?. El sector que refleja un mayor crecimiento es el de la construcción residencial, que se sitúa bastante por delante de la obra civil. El pasado año, este sector creció en Europa un promedio de un 8,8 % y lo hizo gracias a la contribución positiva de países como España e Italia, donde la construcción de pisos de obra nueva creció de forma significativa.

Aunque a ritmo más lento, la construcción de vivienda púbica también empieza a resurgir. Después de unos años en que la oferta era prácticamente inexistente, empiezan a salir al mercado promociones que confirman una apuesta por la calidad, el diseño y los buenos acabados.

VPO de vanguardia

Un ejemplo es la venta de pisos en Barakaldo, en el País Vasco. La promoción Lutxana Barría, de la constructora ACR, iniciará próximamente la segunda fase de construcción de pisos nuevos de VPO, que destacan por su estética elegante tanto en la fachada como en el interior. Los pisos en venta están ubicados en una zona emergente con múltiples servicios y poseen amplias terrazas. Según sus promotores, la elegancia y el precio no están reñidos.

Otro ejemplo de reactivación de los pisos sociales lo tenemos en Cataluña, donde el gobierno de la Generalitat tiene previsto reanudar la construcción de viviendas de protección oficial destinadas fundamentalmente al alquiler. La última promoción de VPO se realizó hace tres años.

En una primera fase, la administración autonómica piensa construir 100 pisos de dos y tres habitaciones, que se ubicarán en dos barrios de Barcelona con necesidades especiales, como son el Carmelo y el Polvorí. Otros municipios que también recibirán vivienda social son Rubí y El Masnou. El Institut Català del Sol, INCASOL, adjudicará los contratos de construcción.