El aumento de la tensión política en relación con Cataluña tras el 1-O ha disparado la preocupación empresarial por la incertidumbre que genera una eventual declaración unilateral de independencia y las consecuencias que acarrearía.

Algunos bancos y empresas con sede en Cataluña han sido severamente castigados en las dos últimas sesiones bursátiles, como es el caso de Banco Sabadell, Inmobiliaria Colonial y CaixaBank, que hoy han liderado las caídas del IBEX 35, con pérdidas del 5,69 %, el 5,51 % y el 4,96 %, respectivamente.

Aunque las grandes empresas con sede en Cataluña son reticentes a hablar en público sobre la dinámica política, fuentes empresariales admiten en privado su profunda preocupación, en especial, por la falta de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat pese a la magnitud de la crisis.

Si bien las grandes compañías no conciben aún como un escenario real la posibilidad de una Cataluña independiente, la mera posibilidad de que el Parlamento catalán declare la independencia de forma unilateral genera inquietud por los efectos económicos que podría tener para la economía española y sobre su negocio.

No obstante, un responsable financiero de una empresa catalana, que pide el anonimato, ha explicado a Efe que tiene conocimiento de que bastantes empresas catalanas, de todo tipo de sectores, desde el financiero hasta el energético o los seguros, tienen planes de contingencia ante la hipótesis de una Cataluña independiente.

Otras fuentes empresariales catalanas han expresado una "muy alta preocupación" por la "incapacidad" de reconducir la situación a la que se ha llegado en Cataluña por parte de los responsables políticos.

Es el caso del Círculo de Economía, un lobby catalán que reúne a directivos o empresarios de primer nivel, que hoy ha expresado su "máxima preocupación" ante la posibilidad de que se declare una independencia unilateral en Cataluña.

Ayer trascendió también que Caixabank había remitido una nota interna a sus empleados en la que les recordaba que "es importante comunicar proactivamente" a sus clientes su compromiso en la defensa de sus intereses, que "guiará las decisiones futuras que, en caso de ser necesario, hayan de tomarse".

También ayer el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, dejó claro que ante la "inquietante" situación política que vive España, la entidad financiera cuenta con los instrumentos adecuados en el marco de la UE y del sistema de supervisión bancario europeo para proteger los intereses de sus clientes.

"Si fuera necesario se tomarían las medidas suficientes", subrayó Oliu, tras afirmar que la actual coyuntura puede hacer "romper el foco de lo que realmente es importante", en un contexto económico global en el que los países "compiten" y la seguridad jurídica y la seriedad institucional resultan "fundamentales".

Por otra parte, una multinacional como Nestlé, que tiene la sede española en Barcelona, ha asegurado, preguntada por el conflicto abierto en Cataluña y la eventualidad de una declaración de independencia, que su prioridad "es mantener las operaciones y servir a clientes y consumidores, preservando los 5.000 puestos de trabajo".

Fuentes de la compañía han apuntado que Nestlé "no anticipa decisiones condicionadas al contexto y en ningún caso opina sobre temas políticos".

Además, una importante empresa del sector de la distribución ha explicado a Efe que no se plantea ningún cambio mientras no se modifique el actual ordenamiento jurídico y que, en ese caso, tomaría las medidas necesarias para garantizar el desarrollo de su negocio, tanto en Cataluña como en el resto de España, respetando el marco legal que quede establecido.

En cuanto al sector automovilístico, fuentes de Seat han señalado que "la compañía solo quiere estabilidad política para seguir invirtiendo y creando empleo".

Han recordado también las declaraciones de su presidente, Luca de Meo, en el pasado Salón de Fráncfort, celebrado en septiembre, cuando dijo que la compañía "tiene en cuenta" el conflicto político entre Cataluña y el resto de España, y "sabe cómo adaptarse" a las condiciones que se viven en los países en los que opera, al igual que ha hecho en Gran Bretaña con el "brexit".

Fuentes de Nissan han destacado que la compañía espera que las autoridades mantengan un entorno competitivo para continuar las inversiones previstas.