El personal al servicio de las Administraciones Públicas con contrato temporal se redujo un 13,2% entre 2007 y 2016, con un descenso de 99.000 temporales, mientras que el número de empleados públicos con contrato indefinido se incrementó un 6,3%, con 130.000 fijos más, según un artículo del Banco de España en el que se analiza la evolución del empleo público en la última década.

La institución que gobierna Luis María Linde señala en este informe que las políticas adoptadas en los últimos diez años han conducido a una recomposición del empleo público, con un mayor peso de las comunidades autónomas, el empleo indefinido y los sectores de educación y sanidad.

En cuanto al tipo de contrato, a cierre de 2016 cerca del 80% de los empleados públicos tenían un contrato indefinido. En comparación con 2007, el porcentaje de fijos ha aumentado cuatro puntos, lo que ha llevado a la tasa de temporalidad del sector a reducirse en la misma proporción.

Según el Banco de España, la mayor parte del crecimiento neto del empleo público registrado entre 2007 y 2011 se concentró en los indefinidos, que aumentaron cerca de un 15% en este periodo, frente a un incremento mucho más moderado de los temporales (%). En la fase de ajuste posterior, entre 2011 y 2013, el número de temporales retrocedió un 28%, mientras que el de indefinidos se contrajo por debajo del 6%.

No obstante, la recuperación del empleo público registrada en los años 2015 y 2016 se ha concentrado en el empleo temporal, que ha crecido un 17%, frente a una reducción del empleo fijo del 1% en el mismo periodo.

El Banco de España subraya que aunque, con carácter general, la tasa de temporalidad del sector público ha sido históricamente inferior a la del sector privado, en el caso de la sanidad y los servicios sociales, donde cerca del 50% del total de trabajadores son públicos, la tasa de temporalidad pública alcanza el 33%, en contraste con el 25% de la parte privada.

MÁS EMPLEADOS PÚBLICOS QUE EN 2007

En los últimos diez años, la evolución del empleo público en España ha atravesado distintas fases, según el organismo emisor. Así, en los primeros años de la crisis (2009-2011) aumentó el número de empleados públicos, a diferencia de lo que ocurrió en otros países del entorno español.

Las razones del aumento del empleo público en dichos años fueron algunas medidas de política fiscal expansivas adoptadas en 2008 y 2009 y la inercia derivada de las ofertas de empleo público de años anteriores a pesar de las restricciones que se fueron introduciendo paulatinamente en la tasa de reposición y la oferta de empleo público desde el año 2009.

La intensificación de estas restricciones a partir de 2010, apunta el Banco de España, llevó a que el empleo público se redujera en 2012 y 2013 y se estabilizara en 2014. Desde 2015 se inició una relajación de las limitaciones a la tasa de reposición de efectivos que han contribuido a recuperar el empleo perdido en años anterior.

De esta forma, tras alcanzar su nivel histórico más alto en 2011, con 3,1 millones de efectivos, en 2012 y 2013 se perdieron cerca de 350.000 empleos públicos, recuperados en parte entre 2014 y 2016. En el último año el número de empleados públicos se ha situado por encima de los 2,8 millones, ligeramente por encima del observado en 2007 (en concreto, en 30.000 puestos).

SEIS DE CADA DIEZ EMPLEOS PÚBLICOS, EN LAS CCAA

El 60% del empleo público existente en 2016 correspondió a las comunidades autónomas, con 1,7 millones de empleados, mientras que el 21% se localizaba en las corporaciones locales (600.000 ocupados) y el 19% restante en la Administración Central (540.000 empleos).

El Banco de España observa un fuerte incremento, del 17%, en el empleo de las comunidades autónomas entre 2007 y 2011, aunque entre 2012 y 2014 acumuló un retroceso del 13%, para posteriormente, en 2015 y 2016, repuntar con cierta intensidad (%). Así, entre 2007 y 2016, las comunidades autónomas incrementaron sus efectivos cerca de un 9%, el equivalente a unas 137.000 personas.

Por contra, la Administración Central y los ayuntamientos presentaban en 2016 un número de efectivos inferior en más de un 7% al que tenían en 2007, con 45.000 y 47.000 empleados menos, respectivamente.

Cerca del 49% del empleo público existente en 2016 pertenecía a la categoría ''Administración Pública, Seguridad Social y otros'', mientras que el 51% restante se repartía entre educación (27%) y sanidad y servicios sociales (24%).

El empleo en sanidad y servicios sociales alcanzó su máximo en 2011, con un crecimiento superior al 15% respecto al nivel de 2007, en tanto que los empleados en educación y resto de ramas se incrementaron en menos medida, un 6% y un 12%, respectivamente.

El Banco de España señala que entre 2012 y 2014 se produjo una corrección parcial de los aumentos registrados en todos los sectores, pero en el bienio 2015-2016 tuvo lugar una recuperación "significativa" de los efectivos en el sector de la educación, una tendencia que se trasladó con menor intensidad en la sanidad.

En conjunto, entre 2007 y 2016, educación y sanidad elevaron sus efectivos un 2,7% y un 7,4%, respectivamente, con unos 20.000 y 47.000 empleados adicionales, en contraste con la caída acumulada del 2,5% (-36.000 empleados) que experimentó el sector de la ''Administración Pública, Seguridad Social y otros''.