La inmobiliaria Colonial, que tras convertirse en socimi aspira a hacerse con el cien por cien de su participada Axiare, es uno de los principales grupos inmobiliarios del país, con operaciones en Barcelona, Madrid y París y presencia en el Ibex 35, el principal índice selectivo español.

La crisis económica impactó duramente en la inmobiliaria que preside Juan José Brugera, pero a diferencia de otras compañías que se quedaron en el camino, como Habitat, Sacresa o Realia, logró resurgir y situarse nuevamente como uno de los actores principales del sector.

Brugera, que tomó las riendas de la compañía a mediados de 2008 en sustitución de Luis Portillo, tuvo que afrontar la importante pérdida del valor de los activos y afrontar la reestructuración de su millonaria deuda, que llegó a superar los 8.000 millones de euros.

En esta nueva etapa, con Pere Viñolas como consejero delegado, Colonial volvió a centrar su negocio en el alquiler de oficinas en España y Francia y consiguió desprenderse de sus activos tóxicos, que habían sido un lastre para su cuenta de resultados, a través del ''banco malo'' Asentia.

En los últimos años, Colonial ha vuelto a los beneficios, ha incorporado nuevos accionistas y se ha convertido en socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) para aprovechar los beneficios fiscales que ofrece esta fórmula.

Ello le ha permitido obtener en los nueve primeros meses de este año un beneficio de 454 millones de euros, un 82 % más que en el mismo período de 2016, ejercicio que cerró con unas ganancias de 273,6 millones.

Colonial, que recientemente ha trasladado su sede social a Madrid por la situación política en Cataluña, cuenta actualmente con una cartera de oficinas exclusivas o ''prime'' de más de un millón de metros cuadrados en Barcelona, Madrid y París y un valor de activos bajo gestión de más de 8.600 millones de euros.

El grupo dispone, además, de una cartera de proyectos de casi 140.000 metros cuadrados para crear nuevos espacios de trabajo en estas tres ciudades, y tiene previsto invertir unos 500 millones de euros este año en adquirir, rehabilitar y construir edificios de oficinas.

Superadas las dificultades, Colonial vuelve a tener músculo para crecer de forma orgánica y mediante adquisiciones y su objetivo más inmediato es Axiare, sociedad de la que ya es su máximo accionista, con el 29 % del capital, y por la que ofrece 18,5 euros por título, lo que supone valorar la compañía en 1.462 millones de euros.

La adquisición de Axiare le permitirá superar 1.710 millones en valor a su cartera actual y alcanzar los 10.000 millones en valor de activos.