La industria aérea en Europa recordará 2017 como un año complicado para la aviación, marcado por la desaparición de aerolíneas como Monarch o Air Berlin, y las nuevas incorporaciones como LEVEL (de IAG) o Joon (Air France) para competir con las ''low cost'' en vuelos de larga distancia y captar a un público más joven, pero con desafíos como el ''Brexit'', que amenaza con dejar a la aviación en un ''limbo regulatorio'', y alza del crudo.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que aglutina al 83% del tráfico aéreo mundial, espera que las aerolínea terminen 2017 con un beneficio de 31.400 millones de dólares (27.909,8 millones de euros), un 11,8% menos, en el año en el que se ha cerrado la mayor operación de la industria de la aviación comercial, la venta por parte de Airbus de 430 aviones a la empresa norteamericana de inversiones Indigo Partners por más de 49.500 millones de dólares (41.500 millones de euros).

2017 se recordará como un año de ''luces y sombras'' para las aerolíneas de todo el mundo, que registraron un aumento de la demanda a un precio de carburante más bajo, con una escenario de competencia alto y sobreoferta. Ahora el precio del petróleo repunta y añade más presión si cabe a los costes de las compañías.

En los diez primeros meses del año el tráfico aéreo mundial de pasajeros se ha elevado un 7,7%, con un repunte del 6,4% en la oferta, con un nivel de ocupación del 81,6%, aunque las aerolíneas han tenido que sobreponerse a huracanes en América y el Caribe, además de huelgas de pilotos, TCP y personal de tierra en algunas compañías a lo largo del año.

En cuanto al ámbito laboral, Ryanair ha sido sin duda la protagonista por evitar ''in extremis'' su primera huelga histórica convocada por sus pilotos. La ''low cost'' irlandesa se vio obligada, para evitar un colapso en sus operaciones tras las cancelaciones masivas de vuelos por un fallo de organización, a reconocer a los sindicatos formado en diferentes países, España incluida, con los que comenzará a reunirse en enero de 2018.

INESPERADAS ALIANZAS.

También será el año de las alianzas sorprendentes: Ryanair y Air Europa sumaron fuerzas para alcanzar a Iberia en el Madrid-Barajas, lo que permitirá a los 130 millones de pasajeros de la aerolínea de bajo coste irlandesa reservar vuelos de largo recorrido operados por la aerolínea de Globalia a destinos de América y a Tel Aviv; Norwegian no cierra las puertas a un acuerdo también con Ryanair para un servicio de conexión de vuelos después de que su rival británica, easyJet, anunciara un pacto con la compañía báltica.

Entre los retos: Reino Unido dispone de poco más de un año para negociar en materia de aviación un acuerdo con la Unión Europea (UE) y evitar así que las aerolíneas británicas pierdan los derechos de vuelo que ahora mismo poseen fruto de acuerdos negociados en el seno de la UE con otros países.

La falta de acuerdo bilateral con países europeos colocaría al sector de la aviación en un ''limbo regulatorio'', que provocaría que no se pudiera volar entre Europa y Reino Unido. Las compañías mantienen que como mínimo se alcance un acuerdo similar al actual que garantice la libre circulación de personas. Entre las principales compañías británicas que operan en toda Europa figuran easyJet British Airways del grupo IAG, Flybe, Jet2, y Virgin Atlantic.

De momento, easyJet ha creado una nueva sociedad con sede en Viena (Austria), easyJet Europe, lo que permitirá a continuar sus operaciones de vuelo después de que sea efectivo el ''Brexit'', e IAG se ha comprado los activos de Niki y creará una compañía subsidiaria de Vueling, que se incorporará al grupo como una empresa austriaca y operará inicialmente de manera independiente.

Por su parte, Ryanair, que ya advirtió que el ''Brexit'' podría provocar la suspensión de sus vuelos desde el país durante un periodo de tiempo, ha rebajado su previsión de crecimiento en Reino Unido del 15% al 6% en 2017 y estudia si solicitar una licencia de Reino Unido para operar vuelos domésticos en territorio británico.

Otras voces acreditadas como TUI Group, primer operador turístico del mundo, han realizado un llamamiento a las partes para que se aborde una solución al flujo aéreo. No obstante, el touroperador alemán cuenta con planes de contingencia para atajar las posibles consecuencias en su negocio del divorcio de Reino Unido y la UE.

CINCO GRANDES GRUPOS AÉREOS EN EUROPA.

Y fue precisamente Michael O''Leary, consejero delegado de Ryanair, el que auguró que en cinco años el mercado aéreo se repartiría entre cuatro o cinco grupos: la propia Ryanair, Lufthansa, Air France-KLM, IAG e easyJet.

De momento Lufthansa se erige como el primer grupo aéreo, tras la compra con condiciones de los activos de la que fuera la segunda aerolínea alemana, Air Berlin, además de la filial LGW, aunque easyJet fue el operador que más rédito sacó.

La CE aprobó un acuerdo para el arrendamiento de aviones de Air Berlin por parte de la compañía británica, la adquisición de varios ''slots'' y ofertas de empleo a la extripulación de la compañía alemana.

IAG se ha quedado con los activos de Niki, filial austriaca de Air Berlin fundada por el expiloto de Fórmula 1, y con los de Monarch Airlines, que anunció el cese de sus operaciones en octubre. La británica dejó atrás 36 aviones y alrededor de 2.000 empleados, IAG planea contratar a los 740 empleados de la austriaca y quedarse con 15 aviones.

Alitalia, declarada en bancarrota, sigue en la ''cuerda floja'' mientras se dirime su proceso de venta entre los inversores interesados en la puja de sus activos. Habrá que esperar a abril de 2018 para conocer su futuro.

PRIMER AÑO PARA OTRAS.

Mientras unas compañías quiebra el mercado y el hueco dejado abre nuevas oportunidades. LEVEL, la compañía de bajo coste de largo radio de IAG vio la luz en junio de este año, con base en Barcelona, y en julio de 2018 contará con su segunda base en París-Orly.

LEVEL, que será una compañía independiente, iniciará operaciones a Montreal, Nueva York, Guadalupe y Martinica y "será rentable este año".

Por su parte, ''Joon'', la nueva aerolínea de Air France, se estrenó el 1 diciembre con el objetivo de competir con ''low cost'' que lideran el mercado en el corto y medio radio y se expanden en las rutas de largo radio, especialmente Norwegian, con un modelo de negocio híbrido entre las compañías de bajo coste y las aerolíneas tradicionales.

La nueva compañía francesa ofrece 51 vuelos semanales en Barcelona, 37 vuelos a la semana en Berlín, 28 vuelos semanales en Lisboa y tres vuelos a la semana en Oporto.

En 2017 también aterrizó en Barcelona la filial de bajo coste de Lufthansa, Norwegian, compitiendo con la nueva ''low cost'' de IAG. Por su parte, Thomas Cook inauguró una nueva aerolínea con base en el Aeropuerto de Palma de Mallorca, Thomas Cook Balearic, que empezará a operar sus vuelos a principios de 2018.