La banca española cerró el pasado ejercicio con un incremento del 23 % en sus peticiones de financiación a largo plazo en la ventanilla del Banco Central Europeo (BCE), aunque redujo considerablemente las de fondos a corto plazo tras rebajarse la tensión en Cataluña.

Según los datos de cierre de año publicados hoy por el Banco de España, las entidades españolas habían pedido 170.445 millones de euros a largo plazo a cierre de diciembre, el 23 % más que un año antes pero el 0,2 % menos que el mes anterior.

Por su parte, las solicitudes de liquidez a corto plazo se situaron en 96 millones de euros, casi 15 veces menos que un año antes, y más de 4.000 millones menos que en octubre, cuando se recrudeció la situación tras el intento de referéndum del 1-O, la fuga de empresas y todo lo que vino después.

Los analistas consultados atribuyeron el incremento de las peticiones a corto de octubre -que alcanzaron los 4.271 millones- a la alarma provocada por la situación catalana en algunas entidades, que juzgaron necesario disponer de más liquidez ante una posible retirada masiva de depósitos.