El presidente de CaixaBank, Jordi Gual, confía en que el Banco Central Europeo (BCE) subirá paulatinamente los tipos de interés a partir de 2019, una vez consolidada la recuperación económica a escala global, tras varios años en mínimos históricos.

CaixaBank ha presentado hoy en Valencia, ciudad a la que trasladó su sede social el pasado mes de octubre, los resultados del ejercicio 2017, en el que obtuvo un beneficio récord de 1.684 millones de euros, un 60,9 % más que en 2016, tras la integración del banco portugués BPI.

En rueda de prensa, Gual ha hecho una valoración "muy positiva" del ejercicio, teniendo en cuenta que 2017 ha venido marcado por "un entorno de tipos interés en mínimos históricos, con una fuerte competencia y teniendo hacer frente a circunstancias complejas".

Aún así, ha destacado Gual, CaixaBank ha seguido ganando cuotas de mercado, ha conseguido un resultado récord y el comportamiento de su acción ha sido "excelente", con una revalorización próxima al 25 %.

Desde el punto de vista macroeconómico, ha explicado el presidente de CaixaBank, 2017 ha sido un año "favorable", con un crecimiento de la economía mundial del 3,7 %, de la eurozona del 2,5 % y de Estados Unidos del 2,3 %, y con una reducción global de los riesgos financieros y geopolíticos.

La coyuntura económica, pues, es muy diferente a la de años atrás, lo que justifica, ha añadido Gual, "tomar pasos hacia la normalización de la política monetaria", como ha hecho Estados Unidos a través de la FED.

"Lo que ha hecho la FED da pistas sobre el camino que seguirá el BCE durante el año que viene. No es razonable pensar que los tipos vayan a seguir en niveles tan bajos como los actuales de forma indefinida", ha declarado el máximo responsable de CaixaBank.

En su repaso de la economía mundial, Jordi Gual ha remarcado la buena marcha de los mercados español y portugués, que tras un crecimiento del 3,1 y el 2,7 % en 2017, respectivamente, seguirán teniendo un buen dinamismo en 2018.

No obstante, ambos países deberían hacer frente a retos pendientes, como reducir sus niveles de desempleo, disminuir la deuda pública y externa o acometer reformas pendientes en ámbitos como las pensiones, la educación o la justicia.

Gual ha querido lanzar "un mensaje de optimismo" de cara a 2018, año en el que finaliza su plan estratégico, tras haber avanzado en las cinco principales líneas estratégicas de este plan, como son la calidad y reputación, la rentabilidad, la gestión del capital, la digitalización y el equipo humano.

Esta hoja de ruta prevé que la entidad logre una rentabilidad de entre el 9 y el 11 % a cierre de 2018, y Jordi Gual confía en que CaixaBank conseguirá este objetivo.