La compañía alemana de suministro energético E.on tuvo en 2017 un beneficio atribuido de 3.925 millones de euros, frente a la pérdida de 8.450 millones de euros en 2016, tras la devolución del impuesto a la energía atómica.

E.on informó hoy de que las ventas bajaron el pasado ejercicio un 1%, hasta 37.965 millones de euros.

E.on dijo que los sólidos resultados de 2017 crean una posición fuerte para el acuerdo de intercambio de actividades con la energética RWE del que prevé sinergias de entre 600 y 800 millones de euros anuales a partir de 2022.

Asimismo, E.on redujo su deuda el pasado ejercicio un 27 %, hasta 19.248 millones de euros,

La compañía propondrá en la próxima junta general de accionistas el reparto de un dividendo de 0,30 euros por acción por el año 2017 y quiere incrementarlo a 0,43 euros para este año.

E.on y RWE van a informar hoy del acuerdo de intercambio de actividades que han alcanzado, que podría suponer el recorte de 5.000 empleos en la nueva E.on, que tendrá unos 70.000 empleados.

Los consejos de supervisión de E.on y RWE han aprobado los planes de venta de Innogy, la filial de renovables de RWE, que no prevé recortes de empleos.

E.on quiere adquirir una participación del 76,8 % en Innogy y a cambio RWE se hará con una participación del 16,67 % en E.on y otras actividades.

RWE mantendrá todo el negocio de renovables, el de Innogy y el de E.on, de almacenamiento de gas de Innogy, así como la participación en la austríaca Kelag, de modo que RWE va a pagar por estas actividades 1.500 millones de euros en metálico a E.on, que se queda con las partes más rentables de Innogy, que son las ventas y las infraestructuras y redes.

E.on lanzó la pasada noche a los accionistas de Innogy una oferta de adquisición voluntaria a 40 euros por acción en metálico, que es el resultado de 36,76 euros por título más el pago de un dividendo de 3,24 euros por acción por los años 2017 y 2018.

Una vez que E.on tenga el control de Innogy, pasará la mayor parte del negocio de renovables a RWE, que también recibirá las participaciones minoritarias de E.on en las centrales nucleares de Emsland y Gundremmingen, que son gestionadas ahora por la propia RWE.

La compleja transacción se cerrará a finales de 2019, según prevén las compañías. EFE

aia/jlm

|Q:ECO:es-ES:04016038:Economía, negocios y finanzas:Información para empresas:Resultados|

|I:Ampliación|

03/13/06-51/18