El retroceso de la banca por el acuerdo para formar gobierno en Italia ha condicionado la caída del 1,55 por ciento de la bolsa española esta semana, el primer retroceso en casi dos meses, de acuerdo con datos del mercado.

Además del pacto de gobierno en Italia entre el Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte, que en un principio incluía propuestas para abandonar el euro y pedir la condonación de 250.000 millones de euros de deuda al Banco Central Europeo (BCE), otras cuestiones han determinado que el mercado concluyera su mejor racha desde octubre de 2013, después de siete semanas seguidas al alza.

Ante las noticias sobre el futuro Ejecutivo italiano, los inversores han castigado a los denominados países periféricos y a su deuda -la rentabilidad del bono español subía al 1,4 por ciento, nivel del comienzo de marzo-, a la que los bancos destinan buena parte de su cartera de inversión.

La caída de la inflación una décima en la zona euro, hasta el 1,2 por ciento en abril, también afectaba esta semana a la banca española, que representa un tercio del valor de la bolsa y cuyo índice sectorial perdía un 5 por ciento en este ciclo.

La evolución de los precios hizo pensar a los inversores que el BCE tardará en endurecer su política monetaria, lo que retrasará el impacto favorable de esta medida en los márgenes del sector financiero y aconsejaba desinvertir en estas entidades.

Además se conocían datos económicos como el PIB alemán, que creció el 0,3 por ciento en el primer trimestre, menos de lo previsto (en la zona euro creció el 0,4 por ciento, tres décimas menos que en el anterior período), y se mantenía en terreno negativo la confianza inversora en el país (índice ZEW).

A algunos bancos y empresas también les perjudicaba la situación monetaria en Argentina y Turquía.

El alza del petróleo Brent a 80 dólares por los asesinatos de palestinos por Israel en Gaza, las sanciones que aplique Estados Unidos a Irán y el aumento de las previsiones de demanda de crudo por la OPEP, también perjudicaban a la bolsa por las implicaciones que tendrá en el crecimiento, aunque favorecía al sector energético.

La posibilidad de que se suspenda la cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos y las negociaciones comerciales entre este país y China también introducían incertidumbre.

Sin embargo, esta semana se depreciaba el euro a menos de 1,18 dólares (precio de diciembre pasado), lo que impulsaba a otras bolsas europeas.

De las compañías integrantes del principal indicador del mercado nacional, el IBEX 35, esta semana bajaron veinticuatro y subieron once.

La cadena de supermercados DIA registró el mayor descenso, el 8,75 por ciento, todavía perjudicada por los malos resultados presentados la semana anterior y por la situación económica en Argentina y las apuestas a la baja contra sus acciones.

A continuación se situó el Banco Sabadell, que cedió el 6,32 por ciento, mientras que Banco Santander perdió el 5,65 por ciento y Telefónica el 4,53 por ciento.

Inditex logró la mayor subida del IBEX, el 3,78 por ciento, ayudada por la caída del euro y el rebote que ha experimentado hace un mes, tras tocar los 24 euros.

A continuación se situaron Siemens Gamesa, que avanzó el 2,96 por ciento tras conseguir nuevos contratos, mientras que Amadeus se revalorizó el 2,93 por ciento y Gas Natural el 2,7 por ciento.

Del resto de los grandes valores, Telefónica perdió el 4,53 por ciento, mientras que BBVA cayó el 4 por ciento. Subieron Repsol, el 1,55 por ciento, e Iberdrola, el 1,41 por ciento.

En Europa, Milán cedió el 2,94 por ciento, la mayor caída semanal desde el comienzo de marzo pasado, en tanto que París subió el 1,31 por ciento; Londres el 0,7 por ciento y Fráncfort el 0,59 por ciento.

En Asia, Tokio subió el 0,76 por ciento y Hong Kong cayó el 0,24 por ciento. Los principales índices de Wall Street (Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq) acumulaban a esta hora una bajada de alrededor del 0,4 por ciento.