El presidente del Deutsche Bank, primer banco privado de Alemania, Christian Sewing, dijo hoy que la causa de la crisis en Turquía es "el elevado endeudamiento exterior" del país.

En un foro sobre banca, organizado por el diario "Handelsblatt", Sewing consideró que "no hay una solución fácil y rápida".

Sewing añadió que ha sido inesperado el dramatismo con el que se ha recrudecido la crisis en Turquía, si bien las tensiones entre Ankara y Washington sólo han sido el desencadenante.

"Las causas son más profundas y es, sobre todo, el elevado endeudamiento exterior de Turquía", según Sewing.

"Veremos la evolución de los mercados financieros, que van a estar muy influidos por decisiones políticas, a menudo muy populistas", dijo el presidente del Deutsche Bank.

"La inestable situación en Turquía crea nuevos interrogantes respecto a la estabilidad de otros países con economías emergentes, como Argentina, Sudáfrica o Indonesia", añadió Sewing.

El presidente del Deutsche Bank ironizó que durante muchos años el Fondo Monetario Internacional (FMI) parecía casi desempleado y que pronto podría llegar el momento de programas más grandes del FMI.

También recordó que las elecciones en Italia han creado discusiones que recordaron a los años de crisis después de 2010, en un momento en el que el Banco Central Europeo (BCE) debería retirar poco a poco los estímulos monetarios dada la inflación actual, lo que puede crear dificultades para algunos países de la zona del euro que están muy endeudados y tendría implicaciones políticas profundas.

El hecho de que algunos países no hayan utilizado suficientemente la crisis de endeudamiento a comienzos de la década para hacer reformas estructurales hace más posible, según el presidente del Deutsche Bank, que los tipos de interés seguirán mucho tiempo cerca del 0 %, lo que afecta a los ahorradores y significa una desventaja competitiva para los bancos europeos.

Desde décadas el diferencial de los tipos de interés entre Europa y EEUU ya no era tan grande, pero ahora ese diferencial se hace más notable y arroja interrogantes.

El Deutsche Bank prevé que la economía alemana se va a enfriar algo y que crecerá un 1,8 % el próximo año, prácticamente como este.

Sewing apostilló que la coyuntura global ha superado su cenit y que la incertidumbre es mucho mayor, lo que hace más probable fluctuaciones mayores en los mercados.

El presidente del Deutsche Bank mostró preocupación porque "el paisaje político es hoy muy diferente al de hace diez años".

En septiembre de 2008, cuando el banco de inversión Lehman Brothers se declaró insolvente se llevó a cabo una colaboración internacional política y de banca central para estabilizar la situación rápidamente mediante acciones coordinadas en EEUU y Europa

"Se solucionaron problemas juntos y en una manera que ahora es apenas imaginable", según el presidente del primer banco privado de Alemania, que también dijo que habría que definir de forma positiva la banca de inversión porque ofrece productos a las empresas alemanas y europeas en el exterior.

Sewing mostró preocupación porque en épocas de una política económica nacional el mundo es más vulnerable a impactos e instó a los políticos a no poner en peligro la economía mundial por los intereses nacionales.