El exceso de optimismo, la complejidad del proyecto, la mala gestión del talento, la falta de anticipación a los riesgos del mercado, y la escasez de conocimiento del sector, son los cinco errores que más cometen los emprendedores turísticos a la hora de innovar.

Así se desprende de las conclusiones del proyecto de investigación ''El proceso de la innovación de los emprendedores turísticos: diferencias entre apoyo institucional en España y el Reino Unido'', elaborado por la doctora Isabel Rodríguez y el profesor Allan Williams.

Este proyecto, que cuenta con el respaldo de la Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas, Segittur, es el primero del sector del turismo en recibir financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea (UE).

"Horizonte 2020 es el programa de investigación e innovación más ambicioso puesto en marcha por la UE y se espera que dé lugar a más avances, descubrimientos y primicias a nivel mundial, convirtiendo las grandes ideas surgidas de los laboratorios en productos de mercado", señala el organismo presidido por Enrique Martínez Marín, adscrito al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Según Isabel Rodríguez, el aporte de innovaciones puede suponer un estímulo a la renovación de un sector consolidado y con larga trayectoria, especialmente, si se tiene en cuenta que muchos emprendedores provienen de otros sectores de actividad y son capaces de aportar experiencia y conocimiento complementarios o ajenos al propio sector turístico.

SECTOR COMPLEJO Y TRANSVERSAL.

Para concienciar a los futuros emprendedores y promocionar el estudio, que cuenta también con el apoyo del ''lobby'' turístico mundial del Consejo Mundial del Viaje y el Turismo (WTTC, en sus siglas en inglés) entre otros, los responsables del proyecto han lanzado un video que desgrana los cinco errores.

En él, explican sobre la falta de conocimiento, que el sector turístico, "a pesar de lo que se pueda pensar", es complejo porque cuenta con distintos mercados, cada uno con una forma de operar, y algunos de estos pueden llegar a ser "muy tradicionales" y con "poco apetito por la innovación".

En cuanto al exceso de optimismo, el video apunta que, en ocasiones, el emprendedor descubre un problema que efectivamente existe, pero sus potenciales clientes no lo consideran útil porque nunca han sufrido ese problema y no necesitan una solución. Por esto, aconseja realizar estudios de mercado.

RETICENCIA A CAMBIAR DE MODELO.

Además, advierte sobre los posibles riesgos psicológicos del mercado turístico, los más comunes, y sobre las posibles reticencias de los empresarios del sector turístico a cambiar su modo de trabajo, especialmente si la empresa que les ofrece una solución no tiene bagaje.

La complejidad de las soluciones creadas es otro de los errores comunes que describe el vídeo, que aconseja a los emprendedores "centrarse en lo que hacen bien" y no añadir funcionalidades innecesarias que complican su funcionamiento.

Por último, instan a los emprendedores a que no cometan errores en su gestión de recursos humanos, como suele ocurrir cuando contratan empleados antes de que la empresa sea viable, amplían demasiado la plantilla, incorporan a trabajadores sin la experiencia necesaria por ser más baratos, o hacen lo contrario y pagan sueldos demasiado altos.