El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) anunció hoy que mantiene su pronóstico de crecimiento del 6 % para este año en Asia, pero alertó de los riesgos de las tensiones comerciales entre China y EE.UU. para la región.

El producto interior bruto (PIB) de Asia se mantiene estable gracias a la fuerte demanda interna, especialmente en China y la India, y los altos precios del petróleo y el gas, que beneficia a los países exportadores de energía como Kazajistán, indicó el BAD en nuevo informe.

Sin embargo, la escalada de tensiones comerciales pondrá a prueba la recuperación de la región, según la institución financiera, que aconseja "reforzar los lazos comerciales entre sus países".

Para 2019, el organismo regional ha recortado levemente sus perspectivas de crecimiento al 5,8 %, según la última actualización de su publicación económica anual Asian Development Outlook.

"El mayor riesgo para el crecimiento continuo viene de la interrupción de los vínculos de producción internacional por la nueva escalada de tensiones comerciales, pero el crecimiento de Asia seguirá resistente a sus efectos", explicó el director del BAD, Yasuyuki Sawada.

El robusto consumo doméstico y la rápida expansión de los servicios ayudaron a generar un sólido desempeño económico en la primera mitad del año en China, donde las perspectivas de crecimiento para 2018 se mantienen sin cambios en el 6,6 %.

No obstante, el BAD rebajó hasta el 6,3 % el pronóstico para el gigante asiático en 2019 debido al peligro de la guerra comercial con EE.UU., y pese a que las medidas monetarias y fiscales adoptadas por Pekín ayudarán a mitigar el impacto.

Pese a la progresiva depreciación de la rupia, la economía de la India mantendrá su repunte este año con un crecimiento del 7,3 % y del 7,6 % el año que viene, gracias a las medidas de desmonetización y la introducción de un impuesto nacional sobre bienes y servicios.

El BAD advirtió del freno de la expansión económica en seis de los diez países del sudeste asiático, que en conjunto crecerán un 5,1 % este año y un 5,2 % en 2019.

La caída de las exportaciones moderaron el crecimiento en Indonesia, Filipinas, Tailandia y Vietnam, mientras que aumentaron las importaciones para respaldar las inversiones en infraestructuras de sus gobiernos.

El precio alto del petróleo y el gas, junto con el aumento de las exportaciones y la inversión ha impulsado el crecimiento en Asia central, donde se espera que la economía avance este año un 4,1 %.