La compañía de telecomunicaciones sueca Ericsson obtuvo un beneficio neto de 221 millones de coronas suecas (21 millones de euros) hasta septiembre, frente a la pérdida de 13.940 millones de coronas (1.352 millones de euros) de un año atrás.

El resultado operativo pasó de una pérdida de 15.465 millones de coronas suecas (1.499 millones de euros) a una ganancia de 3.094 millones de coronas (300 millones de euros), según el balance difundido hoy por Ericsson, que hace un año atribuyó el mal resultado a las duras condiciones de mercado.

Las ventas netas ascendieron a 147.000 millones de coronas suecas (14.253 millones de euros), una cifra casi idéntica a la del mismo período de 2017.

Ericsson ganó 2.748 millones de coronas suecas (266 millones de euros) netos entre julio y septiembre, frente a una pérdida de 3.457 millones de coronas (335 millones de euros) un año atrás.

La subida del margen bruto, el incremento de las ventas y una reducción de las pérdidas por depreciación de valor en créditos comerciales explican la mejora del resultado en el tercer trimestre, explicó la compañía.

El beneficio operativo fue de 3.241 millones de coronas suecas (314 millones de euros) ante la pérdida de 3.652 millones de coronas (354 millones de euros) en el mismo período de 2017.

Las ventas netas subieron un 9 % hasta 53.810 millones de coronas suecas (5.217 millones de euros), impulsadas por los buenos números en el mercado norteamericano.

El director ejecutivo de la compañía, Börje Ekholm, resaltó que aunque se ha completado el programa de reducción de costes anunciado en julio del año pasado, "continuaremos con nuestros esfuerzos en busca de la eficiencia y de gastos menores para mejorar la competitividad".

Ericsson, que atraviesa por problemas económicos desde hace dos años, tenía a 30 de septiembre pasado una plantilla de 94.499 empleados, frente a los 100.735 de un año antes.