El índice de precios de consumo (IPC) se mantuvo en el 2,3% interanual en octubre por segundo mes consecutivo, para acumular así medio año con crecimientos superiores a los dos puntos porcentuales.

De acuerdo con el indicador adelantado publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en este avance ha influido el encarecimiento del gas, que ha ayudado a compensar la bajada de la electricidad.

Solo en octubre, el incremento de los precios de bienes y servicios de consumo adquiridos por los hogares españoles subió el 0,9 % respecto a septiembre, tal y como ya ocurrió en el mismo periodo de 2017.

De confirmarse estos datos cuando se publiquen los definitivos el 14 de noviembre, el indicador adelantado del índice de precios de consumo armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona euro- quedó también en el 2,3 % interanual y en el 0,7 % mensual.

La inflación, que se disparó a comienzos de 2017 impulsada por los precios energéticos y alcanzó tasas del 3 %, se había contenido desde mediados del año pasado hasta comenzar 2018 en el 0,6 %.

No obstante, esa contención en torno al 1 % en la que se situó en febrero, marzo y abril quedó atrás en mayo, cuando los precios se situaron ya por encima del 2 %.

Muchos analistas esperaban que la tasa interanual del IPC mostrara para esta recta final del año una suave ralentización, gracias a la moderación de los precios de la electricidad.

Desde la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), por ejemplo, se esperaba que el IPC bajara este mes incluso hasta el 2 %, según ha explicado su economista sénior María Jesús Fernández. "Claramente este año la tasa de inflación media va a estar por encima del 1,7 % que habíamos previsto", ha reconocido.

Para el profesor de Economía de la escuela de negocios IESE Javier Díaz Giménez, el dato de hoy "no es una sorpresa" y afianza la previsión de que la inflación acabe el año en torno al 2 %, lejos de lo que se creía a comienzos del año, debido al fuerte encarecimiento del crudo que por entonces no se veía venir.

Igualmente, desde Analistas Financieros Internacionales (AFI), Andreu García no ve sorpresa alguna en el dato conocido este martes, aunque según sus cálculos la tasa de variación anual también podría haber sido una décima inferior.

"Va a ser complicado que bajemos del 2 % para el final de 2018", asegura también este analista, que recuerda que la cotización del Brent y el consiguiente encarecimiento de la energía, así como el debilitamiento del euro frente al dólar, están manteniendo la inflación más elevada de lo que cabía esperar a comienzos del año.

En cualquier caso, desde AFI sí esperan una leve moderación en los dos meses que quedan de 2018, para acabar el año en el 2 % o incluso en el 1,9 % (dato de referencia que se utiliza para revisar alquileres o pensiones), con lo que la media anual rondaría el 1,7 o el 1,8 %.

El catedrático de Economía de CUNEF y director de Estudios Financieros de Funcas, Santiago Carbó, ha recordado que se acumulan ya 26 meses consecutivos de subidas y destaca que, además de la energía, hay otros componentes que también están contribuyendo a esta elevación, tal y como ocurre en el resto de la eurozona.

En su opinión, esto "refuerza la expectativa del cambio en el entorno monetario que se va a producir desde 2019, con un progresivo desmantelamiento de la expansión cuantitativa y el inicio de la subida de los tipos de interés".

El profesor de Derecho de Esade Nacho Sanz ha apuntado que la inflación subyacente, que excluye alimentos frescos y energía, sigue en torno al 0,9 %, lo que, junto a una previsión de crecimiento en Europa relativamente bajo en comparación con el año pasado, que podría ser para este trimestre del 0,3 %, da tranquilidad al Banco Central Europeo de cara a su política monetaria.