Ser español y en un contexto más amplio, extranjero, no es un impedimento para invertir en alguno de los terrenos en venta que existen en la Ciudad de México, la capital de este país latino.

Tampoco para hacerlo en otros lugares del territorio mexicano. Al norte del país, principalmente, hay estados que destacan por su desarrollo económico, apertura a la inversión extranjera y las oportunidades inmobiliarias son diversas.

Para poder comprar aquí no es necesario ser residente o naturalizado, los requisitos son los mismos que para cualquier persona nacida en el país, pero conllevan algunas limitantes.

Se debe tener mucho cuidado en elegir bien la zona del inmueble que deseas adquirir, puesto que existen áreas restringidas según sus leyes vigentes.

La zona prohibida se encuentra a 100 kilómetros en la franja de la frontera y a 50 kilómetros de las diferentes playas que rodean al país. Si la casa, departamento o terreno se localiza fuera de estos límites será mucho más sencillo conseguir los permisos para comprar directamente.

También considera que por medio de un fideicomiso bancario podrás disfrutar de una propiedad en el área más complicada, con todos los beneficios que involucra, y la duración será de un máximo de 50 años.

Este trámite es complejo y para ello deberás cobijarte en una institución seria que pueda representarte, ya que adicionalmente te verás obligado a firmar ciertas renuncias.

En el primer semestre del año, el permiso de fideicomiso en áreas restringidas costaba cerca de los 14 mil pesos, es decir, 600 euros en una escala de 1=0.043 como tipo de cambio.

Toma en cuenta que la renuncia más importante que firmarás será un documento que especifica que el gobierno español no tiene la facultad de intervenir en procesos de litigio que estén relacionados con la propiedad donde hallas decidido invertir.

Para obtener la autorización de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México también se debe llenar la solicitud FF-SRE-006 o FF-SRE-007, la cual registra datos personales y patrimoniales del interesado.

Una vez que se inicia el trámite, deben pasar mínimo 90 días para poder concretarlo. Estos tres meses podrían ser más de encontrar anomalías en la verificación de la información proporcionada o algún problema con el arrendador.

En comparación con países asiáticos como Filipinas, donde los extranjeros no pueden comprar, sino invertir por medio de rentas, América Latina es un paraíso para la posesión porque en realidad hay muy pocas restricciones.

Los extranjeros que más invierten en México, tanto por la cercanía como por el poder adquisitivo, son los estadounidenses, quienes buscan viviendas residenciales y de retiro, principalmente en zonas tranquilas, turísticas y de playa.

Otros más son eclipsados por las zonas industriales, así que prefieren buscar sitios más urbanizados, donde la oportunidad de desarrollo inmobiliario es alta porque busca satisfacer las necesidades de la población nativa.

En Jalisco, Baja California, Sonora, Mazatlán y Yucatán se observa una gran inversión en terrenos por parte de extranjeros que buscan el retiro. Las residencias son las más codiciadas.

¿Y si mejor rento?

Si a estas alturas del texto consideras que lo que en verdad deseas es vivir sólo por un lapso corto en México quizá te convenga más buscar alguna propiedad en renta.

Los contratos de renta se adaptan a las necesidades del residente y a los intereses de quien alquila su inmueble. Implican un depósito previo y el pago del monto de la renta mensual.

La mayoría pide un fiador, pero esto puede resolverse con el pago de dos depósitos o más como garantía, con la finalidad de mantener el inmueble seguro.

El panorama cambia cuando se trata de poner un negocio. Para tiendas, restaurantes o cualquier giro comercial podrás alquilar, pero deberás pagar impuestos, así que lo mejor será acercarte a un buen contador, que conozca bien el funcionamiento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en México.