Las autoridades holandesas le han denegado a Ryanair el derecho a despedir a los 16 pilotos y los 15 tripulantes de cabina (TCP) en Eindhoven tras el cierre de la base porque la aerolínea no había presentado el plan de despido colectivo ante el departamento holandés de seguridad social (UWV), como recoge la ley.

La mayor compañía de bajo coste de Europa cerró su base de Eindhoven, en Países Bajos, el pasado 5 de noviembre, decisión que supuso el desplazamiento de más de 60 empleados de la compañía y el despido de los 16 pilotos y 15 TCP basados allí, que se negaban a trasladarse y que la aerolínea catalogó como "en periodo de prueba".

Tras la denegación de los despidos, Ryanair está obligado por la UWV a reunirse con los sindicatos y plantear de forma correcta las condiciones de estos despidos, según ha señalado el sindicato holandés FNV en un comunicado.

OPERA CON AUXILIARES DE OTROS PAÍSES

El director de FNV, Leen van der List, ha señalado que Ryanair deberá demostrar que no fue posible tomar otra decisión que cerrar la base para que sean aprobados los despidos. En el caso de que fuera finalmente aprobado, el sindicato prevé gestionar un plan social para los trabajadores despedidos.

Ryanair continua operando en el aeropuerto de Eindhoven con tripulaciones de otros países y, en noviembre, los tribunales holandeses fallaron a favor de los empleados, cuando indicaron que "parecía" que la aerolínea estaba tomando esta medida como "sanción" por las anteriores huelgas.