Centenares de taxis colapsan desde primera hora de la tarde el tramo central de la Gran Vía de Barcelona, en la primera acción de la huelga indefinida iniciada tras conocer los términos de la nueva regulación de alquiler de coches de conductor, las VTC, que promueve la Generalitat.

El tramo afectado es el que transcurre desde la calle Pau Claris hasta la calle Calàbria, y en las próximas horas tienen previsto celebrar una asamblea para decidir si se quedan o no.

Los taxistas protestan porque consideran "insuficiente" obligar a los usuarios de plataformas como Uber o Cabify a precontratar estos servicios con una antelación mínima de 15 minutos.

A su juicio, este plazo debería ser de como mínimo de seis horas, ya que de lo contrario consideran que las VTC incurrirán en competencia desleal con los taxis.

Para facilitar la movilidad de los vehículos de emergencias, los taxistas han dejado libre un carril, y también permanecen abiertos los cruces transversales.

Desde los sindicatos del sector del taxi se ha anunciado la activación de cien vehículos -que mañana ascenderán a mil- para ofrecer "servicios sociales gratuitos" a personas con dificultades de movilidad o enfermas.