Miles de mujeres marroquíes acudieron este viernes a la preselección de la próxima campaña de recogida de fresas y frutos rojos en los campos del sur de España con la esperanza de ganar un dinero que les permita vivir durante varios meses en su país.

"Con el dinero que gano en la temporada de recogida de fresas en España, puedo ahorrar y vivir varios meses, mi familia y yo, sin tener que hacer un trabajo penoso", cuenta Fatima Qazab, una de las candidatas convocadas.

Qazab, de 39 años divorciada y con tres hijos, se presentó junto a otras miles de mujeres al Centro de Capacitación Agrícola de la localidad rural de Sidi Alal Tazi, a unos 70 kilómetros al noreste de la capital, Rabat.

Emocionada, Qazab -que nunca ha viajado fuera de su país- cuenta que intentó por todos los medios convencer a los seleccionadores de por qué necesita imperiosamente este trabajo: le permitirá evitarse varios meses de trabajo duro en el campo en Marruecos y pasar más tiempo con sus tres hijos.

"Aquí en Marruecos trabajo de las cuatro de la madrugada a las cinco de la tarde en la cosecha de guisantes a cambio de 50 dirhams (4,5 euros) diarios. Si trabajo tres meses en España (con jornales diarios de entre 35 y 40 euros) volveré con ahorros que me permitirán dedicar más tiempo a mis hijos", afirma.

Participar en la campaña de recogida de frutos este año es la oportunidad que anhelan todas las candidatas que se presentaron en el lugar de reclutamiento desde la tarde anterior para hacer cola en la humedad de la noche en medio de un suelo embarrado.

La operación de reclutamiento -hoy era el último día en esta región agrícola- se desarrolló según un sistema bien organizado en el que se dio prioridad a las mujeres que acudieron con sus niños mientras que se trataba de disuadir a las embarazadas con el argumento de que no soportarán una labor que les exige pasar muchas horas al día agachadas para recoger las frutas.

La Agencia Nacional de Promoción de Empleo (ANAPEC), organismo público marroquí que está gestionando la contratación y mediando entre los empresarios españoles y las mujeres, defiende esta "discriminación positiva" que supone privilegiar a las mujeres con hijos a su cargo, y máxime si son viudas o divorciadas.

De este modo, la ANAPEC trata de "romper el ciclo de exclusión" en el que vive en Marruecos la mujer rural, y más si es madre, dijo Abdelmunim El Madani, director general de la agencia.

El Madani recordó además los criterios solicitados por los empresarios españoles: mujeres jóvenes (de 25 a 40 años), con experiencia en el campo y con buena salud por la exigencia física que supone el trabajo.

La operación de Sidi Alal Tazi se desarrolló en tres días, al término de los cuales se elegirá a las mujeres que partirán en el marco del segundo grupo de temporeras, entre mediados del mes de marzo y de abril.

Las autoridades locales controlaron los flujos de personas que iba aumentando a lo largo de la mañana: entre ellas había temporeras "repetidoras", que esperan ser convocadas pese a haber superado los 45 años, y otras que desean vivir la experiencia por primera vez y andaban pidiendo información sobre la documentación requerida.

Las candidatas consultadas por Efe, entre las que había desde analfabetas hasta mujeres con estudios secundarios, aseguraron no sentirse desanimadas por las denuncias de acoso laboral y sexual que empañaron la anterior campaña.

"Yo he ido seis veces a España para trabajar en la recogida de frutos y nunca nos pasó nada. Por eso quiero volver, por las buenas condiciones que nos ofrece este trabajo", dijo Fatiha, una de las veteranas agricultoras de los campos de España.

En total, serán 19.179 las temporeras marroquíes que partirán este año a la campaña de la fresa y las frutas rojas en España, una cifra récord que supone un incremento del 35% con respecto al pasado año.

El Madani dijo que las temporeras marroquíes que sean seleccionadas tendrán un visado temporal, transporte pagado de ida y vuelta entre Marruecos y España, un contrato según la ley española y sanidad gratuita.