El director general de Uber para el sur de Europa, Carles Lloret, considera "clave" para su negocio la construcción de equipos profesionales diversos y, en lugar de fijar cuotas, aboga por plantearse cada día cuestiones del tipo "cómo cambiamos las cosas" para promover una mayor participación femenina.

"No nos marcamos cuotas. No nos fijamos tanto en el número, ese no es el objetivo. Prefiero asegurarme de que en cada cosa que hagamos en el día a día, desde cómo asignamos los proyectos hasta a dónde vamos a buscar el talento, nos planteemos cómo cambiamos las cosas", ha explicado Lloret a Efe.

Como ejemplo de esta estrategia, el responsable de Uber en el sur de Europa ha señalado que la firma ha visto cómo crece de manera exponencial el porcentaje de mujeres que opta a una vacante cuando se cambia el lenguaje que se utiliza en la selección del personal.

El directivo lamenta que las mujeres sólo concurren a procesos de selección cuando cumplen la gran mayoría de los requisitos que aparecen en una oferta, mientras que los hombres "se presentan de inmediato aunque sólo cumplan con cuatro de quince".

"¿Cómo cambiamos eso? Eso es lo que nos planteamos. Y encontramos que la solución estaba en una reformulación del lenguaje, hacia uno más inclusivo en el que no se hablara tanto de requisitos", ha señalado.

En la actualidad, la compañía cuenta con un 43 % de mujeres entre sus empleados en Europa, un porcentaje muy cercano a la paridad.

La búsqueda de la diversidad por parte de la compañía no se limita a la perspectiva de género, sino que tiene que ver también con la religión y con la procedencia.

Lloret, que esta semana ha participado en Barcelona en una conferencia en la escuela de negocios IESE organizada por Women in Business, ha explicado: "Intentamos construir equipos diversos porque la diversidad ayuda y no supone ninguna reducción de la velocidad para la compañía".

En Madrid, donde Uber tiene instalada su sede para el sur de Europa, trabajan unas 80 personas de doce nacionalidades diferentes, mientras que en los cuarteles generales para el centro y este de Europa, en Ámsterdam (Holanda), están empleadas unas 500 personas de 60 nacionalidades.

"La diversidad es clave para nuestro negocio y hay que preservar que así sea", ha subrayado.