CCOO y UGT han hecho este martes un llamamiento a cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres, que ronda los 6.000 euros anuales, a través de una mayor transparencia, un endurecimiento de la legislación y la imposición de sanciones.

CCOO y UGT han presentado sendos informes en los que analizan la brecha salarial con datos de 2016, los últimos disponibles, titulados "Romper la brecha salarial, una cuestión de justicia" y "Reducir la brecha salarial, la prioridad", respectivamente.

Ambos estudios sitúan la brecha salarial de 2016 en una media de 5.793 euros, es decir, que las mujeres ganaron un 22,35 % menos que los hombres, lo que significa que necesitarían trabajar diez años más que ellos para lograr la misma retribución total.

Los sindicatos coinciden en muchos de los motivos que explican esta brecha: los hombres acaparan la mayor parte de los puestos directivos, que están mejor remunerados; las mujeres se emplean en los sectores peor retribuidos y tienen mayor presencia en la contratación a tiempo parcial.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha explicado que la brecha salarial es "multicausal" y se refleja en la educación, en las dificultades para acceder al empleo, en la segregación ocupacional en sectores de actividad, en la "inexistente" corresponsabilidad familiar real y en la falta de representación de las mujeres en los órganos de dirección de las empresas.

La vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas, ha insistido en que "los puestos de alta dirección están ocupados por hombres" y los de base, por mujeres, al tiempo que ha recordado que en algunos sectores hay puestos similares que están mejor retribuidos cuando los ocupan mayoritariamente hombres, como ocurre con "cristaleros y limpiadoras", haciendo hincapié en el género.

Los informes reflejan que la brecha de género, que se ha reducido ligeramente -del 22,73 % en 2015 al 22,35 % en 2016-, existe desde todas las perspectivas.

Así, mientras las mujeres ganaban 13,6 euros por hora en 2016, los hombres recibían 15,94 euros; el 74,6 % de los contratos a tiempo parcial correspondían a mujeres, muchos de ellos de manera involuntaria, y el 68 % de los empleados que cobraban el salario mínimo -que en ese año era de 655 euros brutos al mes- eran mujeres.

La brecha salarial es mayor en los contratos indefinidos (23,78 %) que en los temporales (11,98 %) y en la jornada a tiempo completo (12,51 %) que a tiempo parcial (6,65 %).

Por sectores, la mayor brecha se da en las actividades administrativas y servicios auxiliares (32,61 %) y actividades profesionales, científicas y técnicas (31,36 %) y la menor, en transporte y almacenamiento (7,64 %) y educación (8,62 %). Solo las industrias extractivas, cuyo peso en el mercado laboral es del 0,16 %, pagan mejor a las mujeres que a los hombres.

Asturias registra la mayor brecha salarial (29,37 %), seguida de Navarra (28,02 %) y Cantabria (27,74 %). La menor está en Canarias (13,89 %), Baleares (15,39 %) y Extremadura (19,46 %).

Ante esta situación, los sindicatos han instado a mejorar la transparencia en las retribuciones, ya que hay dificultades para localizar, prevenir y erradicar la brecha salarial. Por ejemplo, según CCOO, los complementos salariales son los responsables del 44 % de esta.

UGT ha instado a avanzar en la ley de igualdad salarial, a extender a más empresas la obligación de poner en marcha planes de igualdad, a reforzar la inspección de trabajo y a sancionar los incumplimientos.