Alemania cerró 2018 por quinto año consecutivo con un superávit, en esta ocasión de 58.000 millones de euros, el equivalente al 1,7 % del producto interior bruto (PIB), el mayor desde la reunificación del país, informó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Los ingresos del Estado alemán, que ascendieron a 1,5436 billones superaron en todos sus niveles administrativos -Gobierno federal, Estados federados ("Länder"), municipios y seguridad social- a los gastos de 1,4855 billones, señala el comunicado.

Respecto al año anterior, los ingresos aumentaron con un 4,7 % de nuevo notablemente y en mayor medida que los gastos, que crecieron un 3,2 %.

El mayor contribuyente al superávit del Estado alemán fue el Gobierno federal, que aportó 17.900 millones de euros, seguido de la caja de la seguridad social, que cerró sus cuentas con un saldo positivo de 14.900 millones de euros.

También los municipios se beneficiaron de los crecientes ingresos y alcanzaron un superávit de 14.000 millones de euros, mientras que los 16 Estados federados aportaron a las cuentas del Estado 11.100 millones de euros.

En lo que respecta a los ingresos destacaron los impuestos a las rentas y los patrimonios, que repuntaron un 5,7 %, mientras que las cotizaciones a la seguridad social aumentaron un 4,3 % gracias al buen desarrollo de la ocupación.

La partida de ingresos por intereses y dividendos se elevó un considerable 16,1 % debido a un beneficio notablemente mayor del Bundesbank, el banco central de Alemania.

Del lado de los gastos se vio marcado por un aumento por encima de la media del gasto en inversión bruta del 7,9 %, y una subida de las retribuciones al trabajo del 3,9 %.

Debido al bajo nivel tanto de los tipos de interés como del endeudamiento, los gastos en concepto de intereses retrocedieron de nuevo, un 8,5 %.