Un total de 55 empresas se han trasladado de Cataluña a Canarias desde el 1 de octubre de 2017, cuando los independentistas intentaron llevar a cabo el pseudoreferéndum con que justificar sus pretensiones secesionistas. Más de medio centenar de sociedades que mueven cada año alrededor de 220 millones de euros. El extraordinario número de negocios que han cambiado la región mediterránea por el Archipiélago a raíz de la escalada independentista ha permitido que las Islas cierren 2018 con un saldo empresarial positivo por primera vez en el último cuatrienio.

Es decir, el año pasado fueron más las entidades que trajeron su sede social a Canarias desde otras comunidades que las que hicieron el trayecto en sentido contrario. De hecho, y gracias fundamentalmente a la profunda deslocalización de empresas que está sufriendo Cataluña, el Archipiélago robó a otras autonomías en 2018 el mayor número de sociedades desde que hay registros. Hasta 134 negocios que cambiaron su sede el año pasado se decidieron por las Islas como nuevo lugar desde el que desarrollar su actividad.

Desde que los secesionistas catalanes cruzaran su particular Rubicón el 1-O, más de 4.000 empresas han abandonado la autonomía mediterránea para instalarse en alguna de las restantes 16 comunidades del país. Y con ellas se llevaron de Cataluña un volumen de negocio de aproximadamente 85.000 millones de euros. No sorprende que Madrid, por la importancia que su economía tiene como uno de los motores de España, sea la región que ha acogido a la mayor parte de las entidades que han dicho basta y han dado el paso de salir de Cataluña. Son unas 2.400 las firmas que han cambiado el Mediterráneo por el Manzanares. Sin embargo, sí puede sorprender el hecho de que Canarias, a tantos cientos de kilómetros de distancia, haya sido el destino escogido por esas 55 empresas.

Para darse cuenta de hasta qué punto la crisis generada por el independentismo ha acelerado el trasvase de empresas de Cataluña a Canarias basta con comprobar las cifras de los años anteriores. En 2016 solo fueron 19 los negocios que salieron de la autonomía que preside Quim Torra para instalarse en las Islas. Es más, en el período de 2013 a 2015 apenas sumaron 46 en total, según datos de Informa D&B, firma especializada en información financiera, comercial y de marketing. Así pues, en tres años vinieron al Archipiélago menos empresas provenientes de Cataluña de las que lo hicieron solamente el año pasado. En 2018 llegaron 48. Y son siete más, hasta las 55 mencionadas, si se incluyen las que abandonaron la región mediterránea rumbo Canarias en el último trimestre de 2017, esto es, desde el pseudoreferéndum o pseudo consulta popular del 1-O.

Según los datos de ventas recopilados por la firma -correspondientes al ejercicio de 2016-, los alrededor de 220 millones de euros de facturación conjunta que alcanzan esas 55 empresas representan, y con mucho, la mayor parte de la cifra de negocios que Canarias ha arañado desde el 1 de octubre de las restantes 16 comunidades autónomas. Tanto como un 89%. Es decir, salieron de Cataluña prácticamente nueve de cada diez euros de la facturación global de todas las entidades que dejaron sus territorios de origen para instalarse en el Archipiélago.

Esa avalancha de empresas que han venido a Canarias a consecuencia del procés -a cuyos inductores se está enjuiciando ya en el Tribunal Supremo- es la que explica por qué 2018 fue el mejor año en términos de demografía empresarial para la Comunidad Autónoma desde que existen registros. Los negocios radicados en las Islas que decidieron marchar a otros lugares del país sumaron 98, de modo que cada mes abandonaron el Archipiélago una media de ocho entidades. En 2017 se contabilizaron 101 salidas, con lo que la cifra se mantiene estable. Así pues, fueron las entradas, esto es, las empresas que vieron en Canarias el mejor destino posible para continuar su actividad, las que permitieron que al final el saldo fuera positivo. Que vinieran más de las que se marcharon. Sumaron en total 134. Para contextualizar esta cantidad basta con apuntar que es la primera vez que se supera el centenar de empresas fichadas por las Islas en solo un año. En 2016 llegaron de otras comunidades autónomas solamente 63 negocios, mientras que se fueron 79. Y en 2017 entraron 96 y salieron 101. En los dos años el saldo fue negativo, lo que también ocurrió en el trienio de 2013 a 2015.

De hecho, el único ejercicio que se había cerrado en el Archipiélago con más llegadas que salidas de empresas había sido el de 2014, si bien la diferencia apenas fue entonces de ocho (llegaron ocho más de las que se fueron). Sin embargo, la diferencia llegó el año pasado a 36, el mejor dato histórico. En cualquier caso, hay que insistir en que el procés y la incertidumbre económica, política y social que ha traído consigo distorsionan las cifras.

En cifras nacionales, las comunidades autónomas que más se han beneficiado de la crisis catalana son Madrid, Valencia y Aragón, que hasta el momento son el destino del 59%, 10% y 7% de las empresas que emigran de la región mediterránea.