Las familias canarias se sitúan entre las que se encuentran en una peor situación para llegar regularmente a fin de mes, según una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre el índice de solvencia familiar, que refleja que tres de cada cuatro familias españolas tiene problemas para ello.

Se trata de un estudio elaborado por la organización con motivo del Día Mundial del Consumidor- que se celebra hoy-, realizado a partir de 2.151 encuestas a personas de 25 a 79 años.

Con el informe se ha obtenido el índice de solvencia familiar de los hogares españoles, un valor que, según la organización, resume en una cifra la capacidad que tienen las familias para afrontar económicamente sus necesidades y actividades cotidianas.

El valor medio del índice se sitúa en una puntuación más cercana al confort que a la pobreza (46,2), aunque uno de cada diez hogares estaría en situación de pobreza (con un índice menor de 33,6), ya que les resulta muy difícil afrontar la mayoría de los gastos cotidianos.

Las familias con un mayor riesgo de pobreza son aquellas formadas por un adulto con hijos a su cargo (con un índice de 33,7) y las parejas jóvenes sin hijos en las que uno de los miembros está en situación de desempleo.

Los hogares que viven una situación económica más desahogada son los formados por mayores de 50 años, en especial si están jubilados y no tienen hijos viviendo con ellos (con un índice del 55,1).

Las familias baleares (42,4), andaluzas (43,2) y canarias (43,3) son las que más problemas tienen para afrontar los gastos cotidianos, mientras que las navarras (56,6), extremeñas (52,5) y cántabras (52,2) son las que están en una mejor situación.

En cuanto a los factores que influyen en la calidad de vida, el gas, la electricidad y el agua son los aspectos a los que los españoles dan más importancia y las últimas necesidades a las que están dispuestos a renunciar, seguidos por los relacionados con la salud o la alimentación. Los gastos educativos también están entre los más necesarios, especialmente aquellos que se refieren a la educación superior o universitaria.

Los factores relacionados con la movilidad influyen algo menos en la calidad de vida, aunque en el caso del coche y el transporte público son importantes para más del 40% de los encuestados.