El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, inaugura este miércoles en la Audiencia Nacional las declaraciones de los testigos propuestos por las partes en el juicio por la salida a Bolsa de la entidad, que después de casi cuatro meses entra en su fase intermedia.

Entre las posibles cuestiones a las que deberá responder estarían cuál era la situación en la que se encontraba el banco en el momento de su llegada, en mayo de 2012, y los motivos por los que su equipo decidió reformular las cuentas anuales de 2011 que pasaron a arrojar unas pérdidas cercanas a 3.000 millones de euros.

Según apuntan fuentes jurídicas, la sección cuarta de la sala de lo Penal ha acordado dedicar una sesión entera a su interrogatorio al igual que sucederá el próximo lunes con el que fuera gobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el segundo en tomar la palabra.

Ambos son, de momento, los únicos citados por el tribunal que preside la juez Ángela Murillo, el cual deberá anunciar si acepta o no la petición de declarar por videoconferencia desde Fráncfort del exministro de Economía y actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos.

No será la primera vez que Goirigolzarri testifique en este caso, no en vano el 21 de febrero de 2013 ya manifestó al entonces juez instructor Fernando Andreu que aceptó las riendas de Bankia por "responsabilidad personal" pues negar la realidad de la entidad y ponerse "detrás de la curva" no llevaba a ningún lado.

En aquella ocasión, en la que compareció durante casi tres horas, explicó que recibió una llamada de De Guindos para animarle a ocupar el cargo el mismo día que se produjo la dimisión de Rato, quien pocas horas antes también le había telefoneado para proponerle su puesto.

A preguntas de la Fiscalía Anticorrupción sobre por qué razón su plan de saneamiento pedía una ayuda de 19.000 millones, Goirigolzarri defendió que tuvo que "partir de cero" en su gestión, ya que además del encargo de ese proyecto debía formular unas cuentas con el visto bueno del auditor.

De igual modo, negó que existieran "descuadres" contables en la filial inmobiliaria, si bien reconoció que había "casos no ortodoxos desde el punto de vista de riesgos en una serie de operaciones".

Aunque menos frecuentes que las del exministro de Economía o las del expresidente de BBVA Francisco González, tampoco han faltado las alusiones a Goirigolzarri en el trascurso del juicio, especialmente en el extenso interrogatorio al socio auditor de Deloitte Francisco Celma.

El auditor externo de Bankia reconoció como únicas cuentas las reformuladas el 25 de mayo de 2012, con la nueva dirección al frente de la entidad, la cual le facilitó casi "al día siguiente" de su entrada toda la documentación que precisaba para emitir su opinión sobre los estados contables a cierre de 2011.