La duración media de las bajas laborales en Canarias excede en un 20% la media nacional. Si en el conjunto del país es de 42 días, en las Islas es de 51. Este es uno de los datos que expusieron ayer los representantes de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) en un encuentro con empresarios en la sede de CEOE-Tenerife y con los que pretenden no solo divulgar los efectos del absentismo sobre la competitividad de las empresas, sino también reclamar, como vienen haciendo en los últimos tiempos, que se les permita gestionar las bajas por contingencias comunes y no solo las relacionadas con enfermedades profesionales y accidentes en el trabajo.

El director gerente de AMAT, Pedro Pablo Sanz, detalló que el absentismo supuso en el Archipiélago un coste de 665 millones de euros en 2018, derivado de los 350 millones que tuvo que abonar en prestaciones la Seguridad Social, casi un 10% más que en 2017, y los 315 millones que pagaron directamente las empresas, un 15% más. Esta cantidad contrasta con los 161 millones que se recaudaron en concepto de cotizaciones por contingencias comunes.

Las mutuas calculan que este coste equivalió a 52.801 jornadas anuales de trabajo perdidas o, en otros términos, a que prácticamente siete de cada cien trabajadores de la región no hubieran acudido a su puesto de trabajo ningún día del año pasado.

Aunque la incidencia del absentismo es similar en el conjunto de España que en Canarias -2,4 trabajadores de cada cien, un 9,7% más que el año anterior-, en algunos indicadores son más llamativos en las Islas, en especial la mayor duración de las bajas.

Según AMAT, varios factores influyen tanto en el incremento del volumen de bajas laborales como en su duración: el envejecimiento demográfico, "la carga asistencial de los servicios públicos de salud" -que retrasa las pruebas a las que deben someterse los afectados- y lo que la asociación denomina el "riesgo moral", el que asumen los trabajadores al confiar en la mejora del mercado de trabajo.

Estas empresas sostienen que si asumieran la gestión de las altas en las contingencias comunes, la duración de las bajas se recortaría en más de la mitad -un 53%- y se ahorrarían 44 millones de euros en costes de prestaciones. Piden hacerlo al menos en las veinte patologías más comunes de carácter traumatológico, que son las más frecuentes en Canarias. "Las empresas confían plenamente en las mutuas y muchos trabajadores quieren ser atendidos en ellas, pero no pueden", lamentó Sanz.

Según los datos de AMAT, los sectores que acumularon más bajas laborales en el Archipiélago durante el año pasado fueron los alojamientos turísticos, el comercio al por menor y la construcción.

LAS CIFRAS

51 días. Es la duración media de las bajas laborales por contingencias comunes en Canarias. En el conjunto del país asciende a 42 días.

20 patologías traumatológicas concentran casi el 80% de las bajas declaradas en las Islas, sobre todo alteraciones de la espalda y la columna cervical y tendinitis.

350 millones de euros. Es el coste en prestaciones de la Seguridad Social que supusieron las bajas el año pasado. En el mismo periodo se recaudaron apenas 161 millones de euros en cotizaciones.