¿Cómo afecta la crisis de la vivienda a la recaudación de la Hacienda canaria?

Los ingresos por el IGIC suben otro 10% hasta marzo y neutralizan la ‘pérdida’ de 47 millones por el parón del mercado inmobiliario

Dos personas miran casas en venta en el escaparate de una inmobiliaria.

Dos personas miran casas en venta en el escaparate de una inmobiliaria. / Andrés Cruz

Las fuertes subidas de los tipos de interés y el notable incremento de los precios de las viviendas han desembocado en una caída de las compraventas de casas y, por ende, en un menor número de hipotecas. Una ralentización del mercado inmobiliario que ya se percibe con claridad en la recaudación por el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD). Los últimos datos de la Agencia Tributaria Canaria sobre los ingresos impositivos de la Comunidad Autónoma –correspondientes al primer trimestre de 2024– muestran cómo la carestía de la vivienda y la consecuente contracción del mercado hipotecario han aminorado la recaudación por el ITP y AJD en unos 47 millones de euros desde 2023. Sin embargo, lo que en otro contexto socioeconómico podría suponer un problema para la Hacienda isleña es hoy un asunto menor. O casi. ¿Por qué? Porque los ingresos fiscales de la Administración autonómica siguen batiendo récords y se mantienen en máximos gracias a la recaudación por el IGIC, que en el primer trimestre del año dejó en las arcas públicas la friolera de 637,2 millones, una nueva plusmarca histórica.

Esos 637,2 millones de euros son 55,7 millones más que en el mismo período de 2023, cuando a su vez se ingresaron 73,7 más que en los mismos meses de 2022. Un primer trimestre de 2022 en el que el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) ya había dejado en la Hacienda autonómica 194,3 millones de euros más que entre enero y marzo de 2021. En términos relativos, la recaudación por el IGIC creció en el arranque de 2024 un 9,6% en tasa interanual, es decir, en comparación con las cifras del año pasado. Se trata de un incremento inferior al registrado a estas alturas de 2023, cuando los ingresos por el gran tributo del Régimen Económico y Fiscal (REF) estaban un 14,5% por encima de los de 2022. No obstante, aún parece prematuro hablar de una posible ralentización de la recaudación por el IGIC. De entrada porque la subida, el susodicho 9,6%, es más que notable, pero sobre todo porque los ingresos, cabe insistir, están en máximos históricos, con lo que cualquier nuevo aumento, ya sea de mayor o de menor intensidad, significará un nuevo récord.

Antes o después tendrá que doblarse la curva y la recaudación disminuirá, pero es algo que ni parece inminente ni debería ser traumático para el fisco canario a tenor del volumen de ingresos que viene manejando. Para hacerse una idea de la magnitud de la escalada del IGIC, espoleada por unos niveles de inflación insospechados, basta con apuntar que el gran impuesto al consumo en el Archipiélago dejó en los tres primeros meses de 2021 –el año en que se empezó a gestar la ola inflacionaria– unos 313,5 millones de euros. Solo tres años después, esa cuantía se ha disparado un 103,2%, se ha más que duplicado.

Una mujer en la Agencia Tributaria.

Una mujer en la Agencia Tributaria. / MARTA FERNÁNDEZ JARA

La locura del IGIC es la que ha vuelto a llevar la recaudación por todos los tributos del bloque del REF o Bloque de Financiación Canario al enésimo récord. Entre el 1 de enero y el 31 de marzo, los ingresos por todos los impuestos del fuero autonómico –el Impuesto de Matriculación, el Arbitrio sobre la Importación y Entrega de Mercancías (AIEM) y el mismo IGIC– rozaron los 714,3 millones, esto es, 58,3 millones de euros más que en los mismos meses de 2023. La subida es de un 8,9%. Al margen de los 637,2 millones del IGIC, el AIEM les reportó a las arcas regionales otros 69 millones de euros –un alza interanual de un 3,2%– y el Impuesto de Matriculación, casi 5,7 millones, un 2,7% más.

Propios y cedidos

Así que la recaudación por el REF aumentó en el primer trimestre del ejercicio por sus tres posibles vías –IGIC, AIEM y matriculaciones– hasta alcanzar otro récord. Y tres cuartos de lo mismo ocurrió con los impuestos propios –los que establece cada Comunidad Autónoma para gravar hechos imponibles y materias no gravadas por el Estado ni la Administración local– y con los cedidos, que aunque instaurados por el Gobierno central, los recaudan y en ocasiones gestionan las Haciendas regionales. En conjunto, los tributos propios y cedidos –el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, sobre Combustibles Derivados del Petróleo, sobre Labores del Tabaco, sobre Depósitos de Residuos y los que se derivan de las actividades de bingos, casinos, máquinas recreativas y apuestas, amén del mencionado ITP y AJD– significaron en el trimestre inicial de 2024 un importe de 259,3 millones de euros. Son unos 20 millones más que en el mismo período del año pasado, un 8,4% más. Un aumento que obedece sobre todo a la instauración en el sistema fiscal español del nuevo tributo sobre depósitos de residuos, que en las Islas dejó 11,7 millones hasta marzo.

Hay, eso sí, una excepción en esta vorágine de récords y plusmarcas recaudatorias: la del citado Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.

En la parte de Transmisiones Patrimoniales –el ITP–, los ingresos entre enero y marzo ascendieron a 77,2 millones, unos 250.000 euros menos que en el primer trimestre de 2023. No obstante, es al comparar con lo recaudado en igual período de 2022 –unos 83,7 millones de euros, 6,5 más– cuando se ve el impacto de la carestía inmobiliaria en los ingresos impositivos, tal como reconocen los técnicos de la Agencia Tributaria: «El peso de las operaciones en el ITP reside en la venta de inmuebles urbanos para uso como vivienda, cuya tasa de variación interanual continúa siendo decreciente; esta reducción en las compraventas inmobiliarias tiene su explicación en el aumento del precio de las viviendas y en la subida de los tipos de interés». Hay que recordar que la recaudación por el ITP ya cayó el año pasado en unos 37,4 millones. Además, y en la vertiente del AJD, los 16,3 millones de euros ingresados en lo que va de 2024 son la segunda bajada consecutiva desde los 18,8 millones de enero-marzo de 2022, lo que tiene que ver con el menor número de firmas de hipotecas. Entre ITP y AJD se han perdido cerca de 47 millones.

Suscríbete para seguir leyendo