Entrevista | Jéssica de León Consejera de Turismo del Gobierno de Canarias

Jéssica de León, consejera de Turismo: «Otros turoperadores cubren ya las plazas aéreas que dejó vacías FTI»

No han pasado ni dos semanas de la quiebra del turoperador alemán FTI y la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Jéssica de León, confirma que la elevada demanda ya ha asumido la parte del negocio que quedó vacía. Su departamento está en proceso de terminar el decreto que regula el turismo activo profesionalizándolo a través de una oferta formativa que dará cobertura a más de 13.000 trabajadores.

La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Jéssica de León, en su despacho en diferentes momentos de la entrevista.

La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Jéssica de León, en su despacho en diferentes momentos de la entrevista. / JOSÉ CARLOS GUERRA

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

¿Se está digiriendo la quiebra de FTI con más facilidad de la que se esperaba?

Para nosotros sí era la esperada. FTI venía dando señales desde hace meses de que en algún momento esto iba a ocurrir y eso llevó a la industria a dejar de trabajar a crédito, muchos hoteles ya no trabajaban con garantías con FTI. [La quiebra de] Thomas Cook nos enseñó a protegernos cuando una empresa paga a 90 días y da signos de insolvencia.

¿Puede decirse que se pusieron las barreras adecuadas?

Sí, no puede afirmarse que esta pérdida de un turoperador haya constituido una sorpresa.

¿Hay apetito de otros turoperadores por ocupar ese hueco?

La demanda para viajar a Canarias es alta. Eso ha motivado que en el mismo momento en que FTI ha desbloqueado las ventas ya realizadas, ha dejado de vender paquetes turísticos y ha liberado las plazas en las compañías con las que prestaba el servicio de transporte –TUIfly, Condor, Eurowings y Germanwings–, automáticamente otros operadores que venden a quienes desean trasladarse a las Islas las han tomado para engordar su oferta. 

La conectividad era otra de las preocupaciones. ¿Se ha logrado salvar?

FTI no tenía aviones, no contaba con esa conectividad directa propia. Si, como le digo, otros operadores cubren esas plazas, el problema no existe,

¿Temió consecuencias peores para el sector?

Nuestro gran temor era la caída de Meeting Point, la filial de FTI que tenemos en Canarias. Cuenta con 22 hoteles en las Islas y le mentiría si dijera que no nos inquietamos. Claro, cuando Meeting Point lanzó un comunicado en el que dice que sigue operando con sus cuatro marcas –Design Plus, Lemon & Soul, Labranda y MP Hotels Management–, fue un respiro. Sobre todo Labranda en Fuerteventura tiene mucho peso. Eso se traduce en que los 1.500 empleos que podrían haber entrado en ERTE o en ERE salían de la ecuación. Ahí entendimos que había solvencia por parte de al menos la filial hotelera de continuar con sus empleados. Comprobamos que habían cobrado su nómina el 28 de mayo, lo cual resultó tranquilizador. Con esa incógnita despejada, teníamos claro que el resto lo corregiría la demanda.

"Tenemos que ir con el bisturí y abrir líneas de ayuda para las pymes y autónomos afectados"

No obstante, asistimos a algunos problemas en hoteles que reclamaron a los clientes el pago en recepción si querían continuar alojados. Clientes que ya habían pagado en su país de origen a FTI.

El 70% de los clientes alemanes compran paquetes turísticos en agencias de viajes. Es un porcentaje que no tiene parangón frente al resto de mercados. Esa fue otra gran fortaleza para superar la crisis, porque el 80% de los 2.078 clientes que estaban en Canarias, la mayor parte en Fuerteventura, habían contratado un paquete, y eso significa que el seguro –Der Turistik– se hace cargo, les garantizó la estancia hasta el último día y el retorno a casa sin incidencias.

¿Qué pasó con el otro 20%?

Aparte del problema puntual con una cadena hotelera que mencionaba, se les explicó cómo era el proceso de reclamación que debían iniciar en su país de origen al regreso. Esos problemas puntuales existieron y en parte tuvieron su origen en el comunicado con el que FTI anunció la quiebra del grupo.

¿El comunicado?

Fue malo. Debieron especificar muchísimo más a qué se referían, qué marcas caían. Eso habría tranquilizado en mayor medida. En 48 horas nombraron administrador concursal, eso en España no es tan rápido y ellos ya tienen muy claro qué van a hacer con esas filiales como Meeting Point.

"Más de la mitad de las pérdidas son de empresas de aquí, no vale eso de que solo hay negocios de fuera"

Vamos a traducir todo esto a dinero. ¿De cuánto son las pérdidas que deja esta quiebra?

Eso hay que mirarlo de dos maneras. Son alrededor de cuatro millones de euros de los 22.000 que se recaudan en las Islas. La afección es muy escasa desde ese punto de vista, pero sí nos ha venido a recordar que aquí no están garantizados los 16 millones de turistas que tuvimos el año pasado. Cada día tenemos que luchar por atraer a la demanda, por llenar las plazas aéreas que están programadas para Canarias, y eso lo hacemos todo el sector turístico en su conjunto. 

¿Y la otra perspectiva?

No vale eso de son empresas de fuera. Más de la mitad de esos cuatro millones de euros los pierden empresas de aquí: una de postres que tenía pendientes 80.000 euros; otra de gestión de residuos, más de 9.000; una importante quesera de Gran Canaria, 100.000 euros... Hay una cadena de valor que habla canario, con acento canario, que depende de que la industria turística funcione. La quiebra de FTI ha venido a recordárnoslo justo en el momento en que se debate sobre si el modelo es válido o no para los canarios. El modelo turístico hay que mejorarlo, sin duda, pero lo que hay que modificar es el modelo económico, y ese es un debate distinto.

Entonces, damos por prácticamente superada la crisis en la parte alta, pero tenemos esos proveedores locales, pequeños, que sí van a sufrir. ¿Qué puede hacerse por ellos?

Ahora tenemos que ir con el bisturí. La próxima semana o la siguiente espero tener una reunión de urgencia con las patronales ahora que ya tenemos cuantificado el daño y sabemos los nombres y apellidos de las empresas afectadas, sobre todo pymes y autónomos. Tenemos que estudiar las líneas de ayuda que podemos abrir para que puedan acogerse en caso de que esta quiebra les haya generado problemas de tesorería. A lo mejor 100.000 euros para un hotel más o menos grande no supone un problema estructural, pero para el tejido empresarial de menor tamaño sí es un descubierto importante. En todo momento hemos tenido claro qué era lo que había que hacer y en esta tercera fase lo que toca es esto.

"En las primeras 48 horas tuvimos cuantificados los daños y el tipo de empresas afectadas"

¿También ha ayudado la experiencia con Thomas Cook a la rapidez en la respuesta?

En las primeras 48 horas tuvimos cuantificados los daños y el tipo de empresas que estaban afectadas. En apenas una semana, teníamos acotada la crisis, el detalle de cada deuda que se quedaba pendiente y el nombre de cada acreedor. Nos queda debatir con el sector qué líneas de ayuda quieren que abramos.

¿Lo que ellos digan?

Dentro de lo posible. Sí le avanzo que motu proprio vamos a abrir una línea igualmente de colaboración público-privada dotada con 2,8 millones de euros para empezar a interactuar con programas que redunden en la descarbonización, en la inteligencia del dato y la inteligencia artificial, la profesionalización, la formación, la conciliación... Pero si este programa no viniera a ser útil para el problema actual, porque son pequeñas y medianas empresas o por el ámbito productivo en el que desarrollan su labor, abriremos otras línea de ayudas distintas dentro de la consejería. 

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