Tejido empresarial | El problema de la baja productividad

El funcionario isleño es un 25% menos productivo que el asalariado medio

La productividad de los trabajadores canarios es un 14% más baja que la del resto de españoles

El presidente Clavijo se reunirá con su Consejo Asesor para abordar soluciones

Personal funcionario en sus puestos de trabajo en la Administración pública.

Personal funcionario en sus puestos de trabajo en la Administración pública. / E.D.

Salvador Lachica

La productividad mide el volumen de los bienes producidos o servicios ofertados en relación con los medios empleados (trabajo, capital o tiempo), por lo que permite conocer cuánto se produce por cada trabajador o por hora de trabajo. Pues bien, el Archipiélago tiene un problema de baja productividad laboral. Ya alertó de ello el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, el pasado mes de noviembre cuando propuso un "gran acuerdo social" entre el Ejecutivo, "los grupos parlamentarios, empresarios y trabajadores" para incrementar la productividad del Archipiélago, por ser la «que más ha caído de todas las comunidades autónomas» en las últimas dos décadas. De hecho, y según los datos actualizados que obran ahora en poder del Gobierno regional, un trabajador canario es un 14% menos productivo que la media del Estado.

Los datos que se manejan tras el análisis que será abordado por el Consejo Asesor del presidente el próximo viernes, así como los derivados de los distintos informes de la Contabilidad Regional de España (CRE) del Instituto Nacional de Estadística (INE), inciden en que si bien el tejido productivo privado no sale bien parado, el público está por debajo incluso de los malos datos regionales. Así, la productividad de la Administración pública, la sanidad y la educación está casi un 25% por debajo de la media regional y 1.379 euros por trabajador por debajo de los del resto de España, pues su comportamiento se ha ido deteriorando desde 2015 sin que en la última década haya conseguido remontar. 

Algo parecido le sucede a la actividad comercial, que tuvo un diferencial de productividad positivo respecto de la media nacional, que cayó en picado durante el año de la pandemia y no ha vuelto a recuperar las tasas de hace un cuarto de siglo: productividad negativa en 5.575 euros por cada trabajador.

La productividad en el sector de finanzas y seguros despegó con fuerza en el año 2022 y se mantiene

Estos datos son especialmente preocupantes, pues el propio presidente resaltó en noviembre, cuando propuso el pacto social, que la poca competitividad incide directamente en el resto de parámetros económicos, tanto vinculados a la tasa de paro como al PIB per cápita. De hecho, los datos actualizados acreditan que mientras que en 2019 la economía canaria generó 47.000 millones de euros con 940.000 personas ocupadas, en 2022 se alcanzó una cifra similar, pero con 50.000 personas más trabajando, lo que significa que la productividad del trabajo experimentó una abrupta caída del 3,99% en un trienio.

Con este escenario, no es de extrañar que la propuesta de diálogo del presidente fuera asumida por el portavoz parlamentario de los socialistas canarios, Sebastián Franquis, que recogió el guante en la Cámara regional al gran pacto de región para intentar revertir los alarmantes datos. Ambos, Clavijo y Franquis, se reunieron el pasado 20 febrero para ratificar la sintonía básica, aunque con algunos matices, de ambos a la hora de elaborar un plan de acción «a 12 años vista».

Fruto de ese encuentro y de las resoluciones aprobadas en el Debate sobre el estado de la nacionalidad celebrado en marzo, el presidente del Ejecutivo encargó un informe para tener datos actualizados con los que poner a trabajar a todas las consejerías implicadas, además de a los agentes sociales y económicos y a los centros universitarios públicos. Un informe que Clavijo afirmó que ya está concluido, como adelantó en la última sesión de control parlamentario, por lo que convocará a su Consejo Asesor el próximo viernes, 28 de junio.

En esa misma comparecencia, el presidente resaltó un dato de las conclusiones del estudio: "el sector de la construcción es el menos productivo, no se recuperó de la crisis y ha lastrado a la productividad del resto de sectores", motivo por el que su gabinete potencia la construcción de vivienda pública con el fin de reflotarlo.

Con todo, y según confirman varias de las consejerías implicadas en el análisis de la productividad de la economía canaria, el sector de la construcción es el que presenta mayor nivel de productividad, aunque siempre por debajo de la medida estatal, hasta el punto de que duplica la productividad del sector servicios, pese a que éste está vinculado al que se supone que es el motor económico de las Islas: el turismo.

Desde la Consejería de Obras Públicas se insiste en que, por el avance de los datos incluidos en el informe que debatirá el Consejo Asesor, cuando se analiza la evolución de la productividad de los grandes sectores económicos en las dos últimas décadas sólo la construcción redujo el diferencial en la productividad frente a la media nacional. El resto de los sectores empeoró y, pese a que la sensación que puede flotar en el imaginario colectivo es que los agricultores, ganaderos y la actividad pesquera son los más perjudicados, lo cierto es que la industria canaria superó en el año 2000 en productividad a la española y ahora está en casi 7.000 euros por debajo por cada trabajador.

Finanzas y seguros, al alza

En el otro lado de la balanza se encuentra el subsector de actividades financieras y de seguros, cuya productividad despegó en 2022 con fuerza, hasta alcanzar un 24,3% de aumento con respecto a 2021 y con un diferencial favorable respecto a la media nacional de 8.000 euros por trabajador; el máximo desde el año 2002.

Algo parecido a lo que sucede con el subsector de información y comunicaciones, uno de los pocos cuya productividad fue siempre superior en Canarias a la media nacional y cuyo diferencial ha aumentado un 89% respecto al que tenía en el año 2000.

Con respecto a las actividades inmobiliarias, que es el de mayor productividad del trabajo tanto en Canarias como en España, sin embargo ha caído un 65% desde el año 2000. Su caída se produjo en 2003, cuatro años antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, y desde entonces no superó los niveles de finales del siglo XX.

La actividad comercial cayó en picado durante la pandemia y aún no se ha recuperado

La intención de Clavijo, tras reunirse con su Consejo Asesor para analizar los datos del estudio, es abrir una línea de cooperación con cabildos, ayuntamientos y agentes económicos, sociales y políticos para elaborar un plan canario de impulso a la productividad y la diversificación económica, ya que "una mayor productividad mejora el valor añadido, aumenta los salarios y las rentas disponibles y, consecuentemente, reducirá los registros de pobreza".

Lo cierto es que la productividad en Canarias fue muy similar a la nacional entre los años 2000 y 2003, año en el que se inicia la evolución a la baja y que ya no se ha revertido, por lo que la brecha no ha hecho más que incrementarse año tras año.

Según defiende el gabinete que preside Clavijo, si en Canarias los trabajadores hubieran producido la media de España, el PIB habría recortado en 30 puntos el diferencial respecto a la Península en 2022 y habría crecido en casi 11.000 millones de euros. Ese crecimiento económico que representa ese aumento del PIB reduciría, según los cálculos del Gobierno, en un 50% la cifra de 179.000 desempleados, lo que a su vez contribuiría a rebajar las cifras de familias en riesgo de exclusión social y, de esa forma, disminuiría la pobreza en las Islas.

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