Mercado de trabajo

España aspira a convertirse en el tercer país de la UE con una jornada laboral de menos de 40 horas por ley

La jornada laboral efectiva ha ido disminuyendo entre el final del siglo XX y principios del XXI, si bien lleva una década estancada

Yolanda Díaz.

Yolanda Díaz. / EUROPA PRESS

Gabriel Ubieto

El Gobierno aspira a convertir a España en el tercer país de la Unión Europea con una jornada laboral por ley inferior a las 40 horas semanales. Si bien en la gran mayoría de estados miembros, España incluida, la jornada ordinaria de la mayoría de empleados ya se encuentra por debajo de este tope legal, son solo dos los estados que recogen de manera explícita en su legislación una referencia máxima inferior a las 40 horas. El Ministerio de Trabajo ha citado este lunes a patronal y sindicatos para tratar de consensuar una norma que así lo recoja.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, apura las negociaciones con patronal y sindicatos para remitir al Congreso una norma que disminuya, ya desde este año, el tiempo máximo de jornada y lo sitúe, desde el 1 de enero del 2025, en las 37,5 horas semanales. Una reforma que si bien tendrá un impacto transversal, promete beneficiar más a hombres que a mujeres, ya que es en la construcción, la industria y la agricultura -sectores más masculinizados- donde se concentran las jornadas más elevadas, según destaca un informe publicado este lunes por Fedea.

La jornada laboral lleva en España desde los años 80 referenciada por ley en un máximo de 40 horas semanales. Durante ese tiempo, el tiempo que trabajan cada semana los españoles no se ha mantenido igual y mediante la negociación colectiva se ha ido reduciendo. Según los datos de la EPA que cita Fedea en su informe la jornada laboral media en España ha pasado de las 41,5 horas de 1987 hasta las 37,6 horas trabajadas actuales, situándose ligeramente por encima de la media de la OCDE.

La jornada media ha ido disminuyendo, si bien en la última década ha permanecido prácticamente inamovible y a partir de ahí el actual Gobierno pretende darle un empujón y adelantarse, por ley, a la mayoría de estados europeos. Actualmente, solo hay dos países donde su legislación contempla una jornada laboral máxima de menos de 40 horas: Francia (35 horas) y Bélgica (38 horas). La pretensión del Ministerio de Trabajo es situar la referencia semanal a 37,5 horas a partir del 1 de enero del 2025, lo que dejaría a España como el segundo país de la UE, adelantando a Bélgica, con una jornada laboral más baja.

Si bien esas referencias máximas luego no suelen corresponderse con las jornadas reales, que en la mayoría de casos suelen ser más bajas. En Italia, por ejemplo, el límite son 40 horas y los convenios sitúan la jornada media en 38 horas, caso casi idéntico ahora mismo a España. Luego hay estados que no tienen una jornada máxima, como Alemania Dinamarca, pero que trabajan menos de 40 horas, 38,2 y 37 horas, respectivamente.

De los casos citados por el informe de Fedea, únicamente hay uno en el que los trabajadores realizan más horas que las contempladas como máximo por ley y es Francia. Allí la jornada máxima son 35 horas, si bien hay una serie de incentivos flexibles que, de facto, elevan a 35,6 horas semanales el tiempo de trabajo medio.

En opinión de Fedea, casa de estudios patrocinada por CaixaBank, Santander, BBVA, Abertis, Mapfre o ACS, entre otros, aboga por una reducción de la jornada pactada entre patronal y sindicatos, sin intervención del Gobierno. "Una intervención directa y generalizada de la Ley, sin acuerdo social de los actores de la negociación colectiva, supondría una interferencia en la tendencia gradual de reducción de jornadas laborales que podría tener un impacto negativo especialmente en sectores donde la productividad es, sustancialmente, el tiempo de trabajo y están fuera de los procesos de digitalización, automatización o robotización o de los propios márgenes de incrementos de productividad", sostienen.