El acto estaba anunciado para las 11 de la mañana, pero fiel a la tradición política, comenzó con más de media hora de retraso. Tal vez se debió a que los organizadores estaban esperando a ver si la "hamburguesa" -el Pabellón Insular Santiago Martín, con aforo para 5.100 personas- se llenaba. Pero no fue posible a pesar de las numerosas guaguas que llegaban sin cesar antes del mitin que ofreció ayer el presidente del Gobierno, José Luis Zapatero, para respaldar a los suyos en Tenerife de cara a las elecciones locales y autonómicas. Cerca de una tercera parte de las butacas se quedaron vacías.

Con un volumen desproporcionadamente alto -el mismo al que sonaron durante toda la espera canciones como "Mercy", "Dancing Queen", "I care feeling", "Viva la vida, Never can say goodbay", "I gotta feeling", "Celebration", y la versión más larga jamás imaginada del incombustible tema de Abba "Voulez-Vous"-, Zapatero intentó imponer su voz sobre un auditorio revolucionado por la presencia, primero, de cinco manifestantes prosaharauis que sacaron varias banderas al grito de "Viva el Sahara libre" y, a continuación, la de otros siete manifestantes -que más tarde se identificaron como integrantes de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT)- que vestían camisetas blancas con las cifras del paro a nivel nacional (4-9-1-0-2-0-0) en protesta por el desempleo.

"Compañeros, déjenlos tranquilos, que ya sabemos lo que piensan y los respetamos", arengó en un intento por volver a ganar la atención del público durante su intervención de media hora.

Zapatero estuvo arropado, entre otro muchos, por Anselmo Pestana, Juan Carlos Alemán, Pedro Zerolo, Paquita Luengo, José Segura, Patricia Hernández, Manuel Marcos Pérez, Inocencio Hernández y Gloria Rivero, además de los 31 candidatos a las alcaldías tinerfeñas, el aspirante a la presidencia insular, Aurelio Abreu, y el secretario general de la organización en las Islas, José Miguel Pérez, que busca la presidencia regional.

Habló de economía, del paro, de su "sensibilidad" con las Islas, de las inversiones del Estado en el Archipiélago y de sus medidas anticrisis para Canarias -como la rebaja de las tasas aeroportuarias y su apuesta por las energías alternativas-. Habló de todo sin profundizar en nada.

Y fue así porque lo importante esta vez no era traer cifras ni datos que probaran su buena gestión, sino levantar el ánimo a los suyos: se acercan las elecciones locales y autonómicas y todos veían las sillas vacías que tenían al frente.

Consciente de la factura política que la crisis pasa a su partido, Zapatero comenzó por recordar a sus simpatizantes el respaldo del Estado a las Islas mediante las inversiones aprobadas para Canarias por el Ejecutivo que preside.

Y eso a pesar de que los socialistas ganaron las pasadas elecciones autonómicas de 2007 y si no gobiernan ahora se debe al pacto que suscribieron Coalición Canaria (CC) y el Partido Popular (PP), apostilló. Pero eso sí, el compromiso del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con las Islas está por encima de los colores políticos, aclaró. Además, advirtió de que el futuro de las Islas no puede depender solo del turismo, sino que debe apostar -como ya hace el Estado- por los sectores que investigan y la educación.

En cambio, el presidente no ahorró críticas para los populares, a quien acusó de confiar en ganar las elecciones por la crisis. El Ejecutivo de Zapatero ha tenido que librar un "duro" combate contra esa crisis que ha generado un "grave" resultado -el paro-, pero el dato de desempleo mejorará -así lo prometió- y, mientras tanto, garantiza que más del 75% de ese colectivo tendrá el apoyo de la Administración y "no quedará abandonado a su suerte".

Su receta para la crisis

Zapatero insistió en que la receta de su Gobierno para afrontar la crisis pasa por asegurar los mayores niveles de protección social que hayan existido nunca en materias como sanidad, educación, dependencia, igualdad, becas o vivienda.

Por el contrario, el PP fue "incapaz" de mejorar las políticas sociales durante los años de bonanza en los que gobernó, remarcó Zapatero. "Ahora, con la crisis, todo hubieran sido retrocesos si gobernaran ellos", vaticinó.

Zapatero también reservó un momento para criticar al líder del PP nacional, Mariano Rajoy, y al ex presidente José María Aznar. "Oímos a Rajoy", comenzó a decir, "cuando lo deja hablar Aznar", matizó luego, "porque Aznar está todo el día hablando y el otro día se mofó de que en el PP no tienen el lío que hay en el PSOE porque ellos ya tienen a Rajoy", recordó Zapatero en relación al proceso que tendrá que abrir el partido para elegir al candidato a la Presidencia nacional. "Es interesante que lo diga Aznar, que fue el que puso a Rajoy, quien ha perdido ya dos elecciones", explicó. "A la democracia le llaman lío", ironizó al final. Ya en un tono más serio, Zapatero justificó los "esfuerzos" realizados por su Gobierno para estabilizar la economía e intentar evitar que en España "pase lo mismo que en Grecia".

Así, explicó la necesidad de poner en marcha medidas de austeridad, además de reformas en todos los ámbitos. "Aunque tengamos que hacerlo solos y nos critiquen", defendió. "El Gobierno hace lo que España necesita", insistió. Y por ese motivo, aclaró que el Ejecutivo no tiene una "varita mágica" para crear empleo.

"El PP pensó que nos iba a borrar del mapa, pero desconoce la fuerza del PSOE que tenemos", culminó en un tono triunfante.