Elecciones Europeas | 9J

Europa y las estrategias de manipulación

La pandemia y las crisis económicas han exacerbado las desigualdades y creado un caldo de cultivo propicio para el crecimiento de los movimientos populistas y ultras

Elecciones europeas

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Juan Ezequiel Morales

Juan Ezequiel Morales

Robert Leroy Mercer es un multimillonario estadounidense, conocido por su papel clave en la política moderna a través de su experiencia en inteligencia artificial y redes sociales. Fue directivo de Renaissance Technologies e inversor principal en Cambridge Analytica, la empresa que tuvo que cerrar al manipular 80 millones de datos obtenidos de Facebook, para influir en las elecciones norteamericanas en 2014 y conseguir el éxito del brexit. Educado en las universidades de Nuevo México e Illinois, inició su carrera en IBM Research, donde desarrolló técnicas avanzadas de traducción automática y procesamiento del lenguaje. Desde 1993 estaba en Renaissance Technologies, a través del fondo Medallion, que obtuvo beneficios de casi el 40% anual entre 1989 y 2006. En la campaña del brexit, Mercer proporcionó servicios de análisis de datos de Cambridge Analytica a Nigel Farage, para influir individualmente en los votantes.

La Comisión Europea presentó hace meses un paquete de medidas llamado ‘Defensa de la Democracia’, todavía en discusión. Desde el 9 de marzo de 2022, el Parlamento Europeo aprobó recomendaciones sobre injerencias extranjeras y desinformación: abordar el sensacionalismo como perjuicio de la fiabilidad de la información, vigilar a proveedores de medios controlados por estados extranjeros, crear un Centro Europeo para la Transparencia Algorítmica, vigilar regímenes autoritarios, vigilar movimientos anti género que reciben financiación extranjera, crear una estructura de la UE para analizar datos, reconocer la injerencia extranjera como una amenaza para la seguridad nacional y transfronteriza y modificar el artículo 222 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) para incluirla, proteger a periodistas de procedimientos judiciales abusivos, asegurar la transparencia en los perfiles de los expertos invitados a los canales de noticias, crear un comité independiente para coordinar medidas contra la desinformación y la manipulación de información, seguimiento del mercado de servicios de medios, contrarrestar el negacionismo climático vinculado a la aceptación de teorías de conspiración que rechazan la ciencia, incluyendo desinformación sobre las vacunas, apoyo a la llamada para que empresas tecnológicas aborden la desinformación climática, obligar a Twitter (ahora X) a aplicar controles más estrictos para la venta de marcas de verificación azules, medidas que prohíban la microsegmentación de publicidad política basada en datos personales sensibles, soluciones normativas y tecnológicas contra la desinformación impulsada por IA, identificación de cuentas estatales en redes sociales como ineleminables, cooperación en ciberseguridad electoral y considerar infraestructuras electorales como críticas, manipulación de sistemas de identificación automática, establecimiento de una comunidad mundial de verificadores de datos, etcétera.

En una acertada crítica acerca del peligro de esta lista correlacionada en gran parte con programas políticos determinados, el grupo parlamentario europeo The Left advirtió: «El presente informe es sintomático del aumento del autoritarismo y los excesos en materia de seguridad nacional por parte de los partidos de la clase gobernante en la Unión. Contempla el funcionamiento de la sociedad democrática a través de una lente paranoide, en la que el ejercicio de las libertades políticas en todos los ámbitos de la vida en Europa se considera una fuente potencial de amenazas extranjeras cada vez mayores. Entre las medidas represivas que contempla figuran un régimen de censura masiva delegada y proactiva por parte de plataformas tecnológicas privadas, el refuerzo de las capacidades de propaganda de la Unión, la invención de un nuevo delito de injerencia extranjera y el uso de sanciones contra personas y entidades acusadas de desinformación, también dentro de la Unión. Es probable que tales medidas infrinjan las obligaciones de la Unión en materia de derechos fundamentales. Si se introducen, se abusará de ellas. Estas medidas no tienen cabida en una sociedad libre y democrática».

Hace bien poco estudiaba yo la diferencia entre el uso de bits o nats para aplicación de bases logarítmicas, donde los bits son más utilizados en teoría de la información y ciencias de la computación, y los nats son más usados en matemáticas y física, termodinámica y mecánica estadística, o teoría de la información cuántica. Y terminé en la constante de Boltzmann, que, en un sistema termodinámico, conecta sus propiedades macroscópicas y microscópicas.

Aquí es donde empecé con mi colega interlocutor a pensar en la idea de aplicar principios de la mecánica estadística y la teoría de la información a procesos sociales. La entropía, como medida de desorden o incertidumbre, ha sido utilizada como una analogía para entender la distribución de ingresos y la desigualdad, o la dispersión de comportamientos o características dentro de una población, o la difusión de innovaciones, opiniones y comportamientos en una red social. Los modelos usarían analógicamente las opiniones como una partícula en un espacio, las interacciones entre individuos como colisiones entre partículas, y las probabilidades de que un individuo cambie de opinión pueden depender de la «energía» (influencia) de los otros individuos con los que interactúa.

¿Cuántas opiniones, en términos absolutos, serían el mínimo para poder generar un modelo Maxwell-Boltzmann social? Hicimos los cálculos y determinamos que con estudios piloto bastarían de 30 a 50 opiniones para obtener una muestra significativa pero manejable, y para obtener resultados más robustos y generalizables, bastaría con entre 100 a 200 opiniones. Pasamos a construir un modelo con una lista de opiniones y su influencia, inicializamos el modelo, obtuvimos la temperatura social, donde una temperatura alta indicaba un entorno donde las opiniones cambian más frecuentemente. Existen ya modelos de difusión de opiniones, como el modelo de Sznajd, ejemplo de cómo se pueden aplicar conceptos de la física a la dinámica de opiniones, o el modelo de Deffuant y colegas, para la dinámica de consenso.

¿Qué se necesitaría para programar datos en función de intentar influir en un cambio de los resultados electorales en base a la manipulación de opiniones de electores? Se necesitaría un enfoque sistemático que incluya la recopilación de datos, la modelización de dinámicas de opinión, y la implementación de estrategias de manipulación. A partir de ahí se elige un modelo adecuado para la dinámica de opiniones. Detectamos influenciadores clave en la red social y diseñamos estrategias para cambiar sus opiniones, que a su vez influirán en otros. Segmentamos a los votantes en grupos específicos y diseñamos mensajes personalizados para cada segmento. Implementamos campañas de información o desinformación dirigida para influir en las opiniones de los votantes. Ejecutamos múltiples simulaciones para evaluar la efectividad de diferentes estrategias de manipulación y ajustamos los parámetros del modelo en consecuencia. Analizamos los resultados, identificamos patrones y puntos críticos donde la influencia es más efectiva, y ajustamos las estrategias de manipulación en función de los resultados del análisis para maximizar el impacto en la opinión pública.

Los métodos utilizados por Cambridge Analytica se basaron en principios similares a los descritos, aunque su enfoque fue más sofisticado y específico en ciertos aspectos. Cambridge Analytica empleó una combinación de técnicas de recopilación de datos, análisis de big data, segmentación de audiencias y microtargeting para influir en el comportamiento de los votantes. Cambridge Analytica recopiló una gran cantidad de datos demográficos, sociales y psicológicos de los usuarios de Facebook y otras fuentes. Utilizaron análisis psicométricos para construir perfiles detallados de los usuarios. Esto implicaba medir rasgos de personalidad utilizando modelos como el Big Five, que incluye apertura, responsabilidad, extraversión, amabilidad y neuroticismo. Segmentaron a la audiencia en grupos específicos basados en los perfiles psicométricos y otros datos demográficos y de comportamiento. Esto les permitió crear segmentos muy específicos de votantes con mensajes personalizados. Desarrollaron y ejecutaron campañas de marketing digital altamente personalizadas. Esto incluía anuncios dirigidos, contenido en redes sociales y otros tipos de comunicación diseñados para resonar con las características y preocupaciones específicas de cada segmento de audiencia. Utilizaron mensajes emocionales diseñados para influir en las decisiones de los votantes, aprovechando los miedos, deseos y prejuicios de cada segmento. Incluyeron tanto mensajes positivos como negativos. Realizaron pruebas de optimización para ajustar continuamente sus campañas y maximizar su efectividad, y en tiempo real. O sea, manipularon eficazmente la decisión social política.

Pues bien, las previsiones acerca de la ocupación de un espacio de respuesta agresiva a la situación producto de las derivas poblacionales en Europa, es que, en estas elecciones de 2024, la pandemia de covid y las crisis económicas subsecuentes han exacerbado las desigualdades sociales y económicas, lo que ha creado un caldo de cultivo propicio para el crecimiento de movimientos populistas y ultraconservadores.

En las encuestas se ha proyectado que ID, el grupo que incluye partidos como Alternativa para Alemania (AfD) y Reagrupamiento Nacional (RN) de Francia, gane unos 100 escaños, un aumento de 40 escaños desde las elecciones anteriores; y se espera que Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), que incluye a partidos como los Hermanos de Italia (FdI) y el Partido Ley y Justicia (PiS) de Polonia, también aumente su representación a unos 90 escaños, un aumento de casi 30 escaños. Una posible coalición entre los grupos de derecha, como el ECR y el ID, podría ser una de las fuerzas más grandes en el Parlamento Europeo.

Una coalición, difícil pero no imposible, de los grupos ID, ECR y el Partido Popular Europeo podría tener la mayoría absoluta. Esta mayoría les permitiría tener un control considerable sobre las políticas y la dirección de la Unión Europea, incluyendo posibles cambios en áreas críticas como inmigración, o las políticas climáticas, y podrían influir significativamente en la política de deportaciones masivas de inmigrantes irregulares y solicitantes de asilo rechazados, lo que generaría nuevas industrias de control.

Finalmente, si una coalición de Identidad y Democracia (ID), Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y el Partido Popular Europeo (EPP) obtiene la mayoría en el Parlamento Europeo, esto también podría tener un impacto significativo en las políticas y regulaciones sobre inteligencia artificial (IA) en Europa: se equilibraría la innovación con la regulación, y volvería Europa a ser muy competitiva con China, India o EEUU.

Si no ocurriera así se pondrían en marcha los sistemas de manipulación de la IA y se llegaría al mismo sitio, pero fuera del ámbito de las urnas, porque esto ya no hay quien lo pare. Hay circunstancias locales y planetarias nuevas, donde el universalismo ya no se percibe como amigo sino como enemigo. Y las democracias, si no están soportadas por fuerzas de background más poderosas y oscuras, tienden a ser tan débiles como los Estados fallidos.