Sin duda, ayer se inauguró la edición de Fitur en la que, pese al "brexit" y todo lo que se haya publicado sobre turismo en los días previos, menos se ha hablado del subsector por una polémica ajena. La rotunda huelga del taxi en Madrid, con heridos y hasta 11 detenidos, marcó el antes y, en parte, el durante de la jornada inicial, principalmente porque redujo bastante la asistencia (principalmente por la tarde) y porque los reyes tuvieron que entrar por una puerta trasera para evitar retrasos o problemas.

Esa menor presencia de políticos y profesionales contrastó con la mayor de periodistas y medios, al menos en el pabellón canario. Pese a todo, la organización continúa confiando en que, hasta el domingo (el fin de semana se abre al público), logren unos 250.000 visitantes, así como 365 millones de euros de impacto en la ciudad. Unos asistentes que, como cada año, podrán disfrutar a fondo de la amplísima oferta de hasta 165 países de los cinco continentes en más de 300 expositores.

Aunque este periódico solo pudo comprobar todos los pabellones pasadas las 17:00 horas, el ambiente sí resultó más desangelado que otros años a esa hora en la mayoría de puestos. No así en algunos de empresas, muy concurridos con las habituales invitaciones de bebidas y comida, pero sí en el resto. Llamativo resultó el vacío en ese tramo en los ocho puestos de las provincias andaluzas, que por primera vez asistían a Fitur en democracia tras un cambio de gobierno regional, con el presidente Bonilla estrenándose, con su socio y líder de Cs, Juan Marín, haciéndole ya sombra y con Susana Díaz... ausente.

Como en otras ediciones, Cataluña incluía en sus dependencias un fórmula 1 (no se sabe si para acelerar o frenar ciertos procesos), mientras que Madrid apostaba, de forma contundente, por un blanco casi inmaculado aliñado (aunque poco) de rojo cuando, en una de las esquinas, se exhibían imágenes del estadio del Atlético. Eso sí, como gran novedad se incorporaron meninas con medidas habituales de un adulto que resultaron un gran atractivo.

Por supuesto, la mayoría de actuaciones y actividades destacadas se desarrollaron por la mañana, tras la inauguración de Felipe VI junto a la reina Leticia. Por el Gobierno, acudieron, entre otras, la ministra de Turismo, Reyes Maroto, y el responsable de Fomento, José Luis Ábalos, que, eso sí, no se pasaron por la zona canaria, alimentando así cualquier posible interpretación. Además, asistió la presidenta del Congreso, Ana Pastor.

El secretario del PSOE canario, Ángel Víctor Torres, trataba de contrarrestar las nuevas malas del presupuesto con informaciones sobre el encauzamiento "para bien" del REF, mientras Clavijo anunciaba luego una reunión anticipada con Hacienda (para el día 6 de febrero, y no el 8).

Del resto de puestos de los pabellones españoles, destacó el dedicado a la salud y el turismo, una modalidad en crecimiento que puede traer este año a 200.000 personas. También los puestos adornados hasta el último centímetro con jamones de primera calidad, sin olvidar las siempre simbólicas fallas valencianas, la arquitectura y fuentes mudéjares o árabes de provincias andaluzas, los molinos de Castilla, los escritores clásicos de Tormes (pluma incluida) o soldados de la guerra española que, por supuesto, chirriaron a más de uno.

Como siempre, algunas ciudades fueron un poco por libre, con puestos destacados al ubicarse en el pasillo central: Marbella, Málaga o Benidorm tratan así de distinguirse, aunque eso, como bien saben municipios como Adeje o Arona, cuesta su dinerillo.

En la zona americana, Panamá, como de costumbre, aportó a dos bailarines que eran de lo más fotografiado. Al lado, Colombia presenta el puesto más espectacular por estructuras y colores, mientras que en México destaca una pequeña, pero lograda pirámide precolombina. Al fondo, junto a EEUU, se refuerza la zona rock, con un escenario y área musical mucho más grande.

De la parte europea, sobresale, por estética y buen gusto, el puesto de Rusia, si bien Chequia también ha trabajado y concebido bien el suyo. El mayor sigue siendo el de Portugal, pero, al menos ayer por la tarde, las visitas eran escasas en general, y no solo en este, sino en la mayoría de los distintos continentes.

La parte africana siempre resulta atractiva, sobre todo en donde se recrea la selva o fauna salvaje, con esa típica vestimenta de los safaris. Egipto, como es habitual, cuenta con uno de los puestos más amplios y contundentes, si bien la atracción depende mucho de las músicas o actividades que se den en cada momento.

En Oriente Próximo y Asia, vuelve a destacar el espectacular expositor de Kerala si no fuera porque, salvo pequeños detalles, lo componen las mismas fotos y barco del año pasado. No obstante, había mucho más movimiento de negocio, de firma de contratos al menos, en la parte de Jordania. Japón, como siempre, optó por cerrar este pabellón con un puesto espectacular y concurrido, que seguro que será de los más visitados el fin de semana.

En la parte empresarial, las compañías aéreas, marítimas o de transporte terrestre, así como los grandes operadores, intentan atraer con guaguas o cartelería espectacular, aunque lo importante es el negocio, mientras que el Gobierno central usa un lema que suena mucho al Puerto de la Cruz: "España es parte de ti". Desde luego, una inmensa oferta de viajes que, o se disfruta con calma y tiempo, o aplasta hasta la casi parálisis.