El chef catalán Ferran Adrià, considerado uno de los mayores innovadores de la gastronomía actual, presentó hoy en Pekín la edición en chino mandarín de su "enciclopedia" de recetas de cocina, que en siete tomos muestra algunos de los platos que convirtieron su restaurante "El Bulli" en leyenda.

En un acto celebrado en un hotel de la capital china, Adrià firmó a sus "fans" ejemplares en chino de esa obra (titulada "El Bulli 2005-2011"), se fotografió con ellos y dio algunas pinceladas de su visión de la cocina en forma de conferencia improvisada.

"Tienes que trabajar, tomártelo con mucha seriedad, para que la gente no se olvide de ti, para que siga la llama", destacó a los periodistas Adrià, quien ha estado recientemente en Mineápolis y Boston (EEUU) con el mismo objetivo promocional y mañana viajará a la ciudad oriental china de Shanghái.

Con la colección de libros en mandarín, que explica con 750 recetas y más de un millar de fotos algunos de los platos que dieron al Bulli tres estrellas Michelín y el título de mejor restaurante del mundo en cinco ocasiones, "un chino va a comprender lo que pasó entre 2005 y 2011, que no es lo que la gente cree", señaló el chef.

"En El Bulli hicimos que los cocineros pensaran, pues durante cien años lo que se hizo fue reproducir recetas, y nosotros pensamos un poquito más allá", rememoró el barcelonés, quien aseguró que de momento no se plantea abrir un restaurante similar "ni en China, ni en Marte".

"Vivimos un mundo de ansiedad brutal, tardamos casi 20 años en hacer El Bulli y ahora quieren que hagamos lo mismo con la fundación en dos años... hay que disfrutar, hay un momento en que toca parar, una cosa es ser exigente y otra volverse loco", señaló el cocinero, que sorprendió al mundo en 2011 cerrando el restaurante cuando estaba en la cima de su fama.

Adrià también subrayó hoy que en una cocina tan apegada a la tradición como la china también hay grandes innovadores, como su amigo Da Dong, el cocinero que ha creado una original mezcla de tradición y vanguardia en sus celebrados restaurantes de Pekín.

"Hay gente en China que está abriendo la mente, algo que no es fácil en un país cómo este, y Da Dong lo está haciendo fantástico", analizó el cocinero catalán, quien subrayó que aún hay un gran muro entre la cocina occidental y la oriental que costará derribar.

"Ahora cada vez hay mas dialogo, pero aun así está todo por descubrir, faltan 30, 40 años para comprender qué es la cocina en China, en Japón, en la India, en el sureste asiático", destacó Adrià, para después subrayar que espera a corto plazo que creadores chinos se incorporen pronto a la Fundación El Bulli.

En su intervención durante la presentación de los libros, Adrià resaltó que la comida "es la mayor red social del mundo", y que mueve, contando sectores relacionados con ella hasta la cuarta parte del PIB en algunos países, por lo que es "inexplicable" que no se ayude, por ejemplo con becas, a los jóvenes que quieren progresar en ese mundo.

Para llenar ese vacío surgió la Fundación El Bulli, explicó Adrià, "un bebé aún, empezamos hace dos años y va evolucionando poco a poco".