Playa Paraíso, espacio gastronómico del Beach Club del Hard Rock. Hallazgo de una cocina, la del chef ejecutivo Juanjo Suárez, que expresa registros gustativos sin enrevesamientos.

Secuencia culinaria con guiño "berasateguiniano" que enseña un aguafuerte culinario pletórico de técnica: cama de Oporto (algo excesiva), foie, bogavante y diferentes texturas de frutas. Un toque fresco: gazpacho de tomate verde, carabinero confitado, almejas y tartar de mango con toques de la India.

El tartar de atún lleva en Hard Rock "briznas" de sésamo, helado de manzana, wasabi y pan de aceituna negra. Suárez proviene de buena escuela e idónea práctica profesional, no hay duda (estuvo en su día a las órdenes de Berasategui y Gorostiza). El matiz de wasabi, adecuado, y el helado sin las sospechosas "escamas" de desagradable escarcha.

Recetario tradicional que denomina cherne con todos los sabores de mi abuela: "gofio, queso, cebolla roja y mucho cilantro". El plato ya expresa de por sí toda la potencia sápida que se espera del pescado atlántico (también puede haber homenaje de arroces portentosos de la jefa de cocina Petya)

Sin lucimiento extravagante pero sí argumento gastronómico: el vinilo-vajilla que da soporte al magret de pato ahumado (los cortes del ave llegaron aparte en una vistosa "jaula" y el rock and roll de sabores sobre el disco rememorando otros tiempos).

Finura en los elementos, puntos de sabor avainillados, ricos, equilibrados: manzana, pistacho? Historias que contar en visión de la cocina.

El repostero Paco García aportó su visión de un clásico con su "100% Tarta Sacher". Elocuente con el albaricoque, gel de fresa y sandía fresca.