Sumido en pleno divorcio, con más arrugas y algo menos de músculo, Arnold Schwarzenegger celebra hoy su 65 cumpleaños alistado de nuevo en las filas de Hollywood, donde regresa con ganas de guerra tras siete años de desgaste político.

Bárbaro y destructor como Conan e implacable como Terminator, este culturista austríaco, que fue gobernador republicano de California de 2003 a 2011 (apodado "Governator") empieza en su jubilación una segunda vida en la gran pantalla con la contundencia que caracterizó su carrera.

"He vuelto", afirmó varias veces el actor, parafraseando a su personaje de "Terminator", en la presentación de su nueva película "The Expendables 2" en la feria Comic-Con de San Diego el pasado 12 de julio, donde acudió con su amigo Sylvester Stallone, creador y protagonista de ese filme de "viejas glorias" del género de acción.

"He matado a 289 personas, Sly (Stallone) a 288", dijo ufano Schwarzenegger, que sacó pecho frente a su también musculoso compañero de reparto que pasará a la historia por personajes como Rocky y Rambo. En "The Expendables 2", Schwarznegger seguirá engrosando su lista de víctimas, cuyo límite parece distante en vista de los proyectos que tiene el actor para los próximos años.

En 2013, será un veterano sheriff de un pueblo fronterizo en "The Last Stand", donde se verá las caras con un capo de un cartel de la droga que encarna el español Eduardo Noriega y volverá a encontrarse con Stallone en "The Tomb", un "thriller" carcelario con mucha testosterona.

En su agenda hay otros tres proyectos de acción sin concretarse y la comedia "Triplets", secuela de "Twins" y que puede salir adelante con la participación de Danny DeVito y Eddie Murphy.